Mundial Juvenil de Atletismo: Poder de saltamontes y de multiplistas

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Mundial Juvenil de Atletismo: Poder de saltamontes y de multiplistas
Fecha de publicación: 
23 Julio 2016
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La tradición en el deporte pesa. Patrones heredados, metodología y clase para saltar, carrera de impulso, explosividad al atacar la tabla, muelle y péndulos agraciados, arco perfecto para sobrevolar la varilla. Cuba ha sido tierra de saltadores, y el Mundial juvenil de Bydgoszcz, Polonia no ha sido la excepción.

Solo que esta vez a los pinchos dorados de Maykel Massó (8.00 metros) en longitud,  Lázaro Martínez (17.06), rey por segunda ocasión consecutiva en el triple salto, con la escolta de su coequipero Cristian Nápoles 16.62, y Luis Enrique Sayas (2.27) en altura, se sumaron los 5 925 puntos de la heptatlonista Adriana Rodríguez, igualmente vestida de plata y evidenciando continuidad en eventos múltiples, luego de que la guantanamera Yorgelis Rodríguez se impusiera en la edición de Barcelona 2012 avalada por 5 966 unidades y a la vuelta de dos años se agenciara el subcampeonato con 6 006 rayas en Eugene.

Lo cierto es que hasta este minuto el rendimiento de los cubanos en suelo polaco los coloca segundos (tres cetros y dos platas) de la tabla general de medallas que comanda Estados Unidos (5-5-2) y en la cual Kenia (3-0-1) aparece en la tercera posición.

La notoriedad igualmente recala en el hecho de que hasta este minuto, ocho de nuestros 14 atletas inscritos se han colado en finales para un total de 50 puntos acumulados. Hasta el momento de publicadas estas líneas los propios estadounidenses (119) y kenianos (56) regentean.

De mantener ese ritmo endemoniado y efectividad de rendimiento los antillanos bien pudieran superar el performance de Sudbury, Canadá 1988, cuando la foja ascendió a tres vellocinos, otros tantos subcampeonatos y dos terceros lugares. Entonces 1024 atletas de 123 naciones se dieron cita.

La realidad para esta versión está matizada por mayor participación pues 1512 talentos noveles de 157 países, pugnan por dejar su impronta en Bydgoszcz, algo que ya hicieron por la Mayor de las Antillas en las modalidades de pedigrí notable Javier Sotomayor, Luis Bueno, Yoelbi Quesada, Arnie David Girat, René Hernández, y Pedro Pablo Pichardo, por solo citar algunos.

A propósito de la cita, Cubasí le propone una radiografía de los medallistas:

Lázaro Martínez: considerado por muchos entre los mayores talentos del campo y pista universal, el guantanamero de 1.92 metros demostró su estirpe. Al igual que en Eugene, donde impuso récord para este tipo de certámenes con 17.13 metros, Lázaro tuvo un tercer intento de gloria, pese a los 1-1 m/s de aire adverso. Esos 17.06, además de establecerlo como líder del escalafón mundial para menores de 20 años, le deja en buena posición como examen previo a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, lid en la que concursará junto a los también cubanos Pichardo y Ernesto Revé. Dueño de un poderoso brinco (primer salto) que ha llegado hasta los 6.80, Martínez se convirtió así en el único triplista capaz de extender su legado a dos ediciones consecutivas de certámenes del orbe. Además, se colocó en el puesto 14 del ranking de mayores.

Maykel Massó: Por esas coincidencias del destino mide los mismos 1.78 que Iván Pedroso. El santiaguero continúa dando muestras de su solidez. Al título del orbe entre cadetes en Cali (8.05) el pasado año, adicionó su corona entre juveniles con 8.00 metros, con la segunda ejecución bendecida. Tiene en la velocidad de la carrera de impulso, y la potencia de su muelle, dos de sus principales virtudes. Su técnica de salto incluye una única tijera durante el vuelo hasta este minuto.

Luis Enrique Zayas: En menos de un año evidenció progresión de 2.16 a 2.27 metros materializados en la primera ejecución. Zayas, espigado saltador de 1.90 metros, tuvo una competencia impecable desde la altura inicial de 2.05, pues no registró fallo alguno. Dicha actuación no solo le posibilitó pasar a comandar el listado del orbe en su categoría, sino que además, en la relación de mejores registros de todos los tiempos pasó a secundar a la leyenda Javier Sotomayor (2.36), segundo de dicha relación por detrás del ex yugoslavo Dragutin Thopic y el británico Steve Smith, ambos dueños de 2.37. Sayas ya había lanzado la clarinada en la presente campaña con 2.25.

Cristian Nápoles: Otro fruto de la escuela cubana de triple. Si bien el capitalino no brilló ni se acercó a su tope de 2016 fijado en 16.92 metros, demostró su madera y sumó este metal plateado a su corona entre cadetes de suelo cafetero el pasado año.  En la coordinación del brinco al salto y rapidez en su sprint de impulso centra Nápoles, dos de sus armas exitosas. En su caso, fue el estirón del adiós el que le reportó mayor seguridad plateada.

Adriana Rodríguez: Sin dudas la gran revelación de este campeonato del orbe. Capaz de quebrar sus cotas personales precedentes en cinco de las siete pruebas que conformaron su heptatlón, la joven de 17 años reciñen cumplidos captó la mirada de todos, incluida la titular austriaca Sarah Lagger (5 960). Los 5 925 puntos de Rodríguez se conjugaron de la siguiente manera: 13.69 segundos cimeros en 100 c/v; 1.80 metros igualmente cúspides en altura; 12.65 en impulsión de la bala; 23.95 segundos inigualables en 200 metros; 5.96 en longitud; 37.36 en jabalina y 2:23.27 minutos en la doble vuelta al óvalo, estos dos últimos registros igualmente inéditos en su corta pero promisoria carrera.

Así de contundente se han comportado nuestros relevos del deporte rey. Habrá que contar con varios de ellos de cara a Tokio 2020. Por lo pronto, bajo los cinco aros, Martínez, Massó,  y la cuatrocentista Roxana Gómez, se medirán a los mejores del planeta bajo el amparo de los cinco aros y el abrazo del Cristo Redentor que distingue a la ciudad Maravillosa.

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