Vivimos un nuevo capítulo y nos lanzamos con determinación por un camino de cambio, señaló el camerunés Issa Hayatou, presidente interino de la FIFA, durante el discurso de apertura del Congreso.

Esas reformas apuntan principalmente a mejorar el gobierno con una limitación a 12 años de los mandatos acumulados del presidente -máximo de tres periodos de cuatro años-, y un control de la integridad de los miembros elegidos.

Con ellas se pretende también aumentar la transparencia de los flujos financieros y de las remuneraciones, por lo que el sueldo del presidente será público.

Prácticamente, todos los estamentos de la FIFA, desde la presidencia hasta las comisiones, se verán afectadas por los cambios.

El presidente pierde poder en favor de un nuevo Consejo, un órgano que sustituirá al controvertido comité ejecutivo y en vez de los 25 miembros del actual ejecutivo, el futuro órgano contará con 36 integrantes.

No obstante, el nuevo presidente mantiene influencia y propondrá, por ejemplo, al secretario general, que pasa a ser el hombre fuerte de la FIFA y estará al frente del día a día.

Cada confederación tendrá la obligación además de designar al menos a una mujer para integrar la cámara de gobierno, que tendrá funciones similares a un órgano de vigilancia, alejado de las decisiones de marketing y derechos televisivos. Ya no tendrá competencias sobre esas materias, pero sí vigilará los movimientos.

En los nuevos estatutos, la FIFA se compromete además a respetar los derechos humanos, capítulo polémico en un momento en el que las dos próximas Copa del Mundo se disputan en Rusia y Qatar, dos países criticados por su política a este respecto.

La FIFA cayó en una profunda crisis desde el pasado 27 de mayo de 2015, cuando fueron detenidos siete dirigentes del fútbol, a pedido de la justicia estadounidense. En total, 39 personas y dos empresas están actualmente imputadas.

El secretario general interino de la organización, Markus Kattner, explicó en el Congreso que la Federación tiene "un retraso de 550 millones de dólares" sobre sus objetivos financieros de aquí a 2018.

Este viernes las 207 federaciones nacionales miembros de la FIFA habilitadas para votar, deberán designar al sucesor del suizo Joseph Blatter en la silla presidencial, lo que supone una oportunidad de oro para terminar con nueve meses de pesadilla.