Qva Libre: «Teníamos que vender un espectáculo»

«Brinquen, bailen, gocen y retocen, que el mundo se acaba en el 2012». Así sonaba el tema que catapultó al grupo cubano Qva Libre hace unos años. Por suerte, el mundo no se acabó y los estudiosos concluyeron que las predicciones de los mayas habían sido mal interpretadas. Pero aun así, el boom que alcanzó esa banda no terminó en el 2012, sino que fue creciendo cada vez más y hoy están entre los que más mueven a los jóvenes.

Para los chicos de Qva Libre las fechas no son lo más importante, así que toda la producción que están teniendo se debe no a formalismos por su aniversario décimo quinto, sino a su necesidad de creación y ganas inmensas de hacer divertir al público.

Claro, esto no quiere decir que no haya algo especial antes de terminar este año. Sí que lo habrá. La banda, conocida también como La Sicodélica Estelar, ha lanzado ya varios sencillos que integrarán su próximo nuevo disco, Rock duro.

En ese volumen estarán los temas La cosquillita y Tú eres la razón, interpretados con Alexander Abreu y Descemer Bueno, respectivamente. También la banda incluirá uno que compartieron con El Chacal. O sea, será un disco con varios featuring.

Sobre estos nuevos planes y más, CubaSí conversó con Carlos Díaz, líder de Qva Libre.

El tema con Alexander es como para despelotarse; lo de Descemer es mitad y mitad, de él y de ustedes, e imagino que la canción con El Chacal tendrá de reguetón. Hay una variedad tremenda en este álbum. ¿Por qué llamarlo entonces Rock duro?

«De eso se trata Rock duro, sugiere una cosa por el título, pero resulta otra. Rock duro es una actitud, es la manera que tenemos de expresarnos. Lo que queremos decir con esa frase es que este disco estará bien cargado».

Qva Libre hace música fusión, pero ustedes tienen un espíritu rocanrolero…

«Nuestro grupo viene del mundo del rock. Este álbum tendrá de todo: pizca de rock, funky, ritmos cubanos, en fin, de todo, es un ajiaco. Será un disco diferente que le saque a la gente una sonrisa».

Si tuvieras que hacer un balance de cómo le ha ido al grupo en 15 años, ¿qué momentos dirías que han marcado la existencia de ustedes?

«El primer momento importante fue cuando ganamos el Cubadisco en Música Fusión con el álbum Viva Qva Libre, que contenía el tema 2012, fue nuestro primer tema que golpeó.

«Luego vino La Tremendonga, con los Desiguales, y eso nos dio masividad, llegamos a un público que hasta ese momento nosotros no dominábamos.

«Cuando tú dices que me amas es el punto máximo de Qva Libre. Y ahora está surgiendo otro momento importante por el tema Tú eres la razón, con Descemer. Estoy visualizando que esta canción nos abrirá al mundo, porque Descemer es un músico con buena trayectoria internacional. Sé que este tema, que es un hit, traerá cosas buenas».

Cuando se habla de Qva Libre no se puede hacer referencia solo a lo musical, porque el estilo de ustedes abarca mucho la imagen, esos grandes sombreros que usan, los colores sobre el escenario, en fin. ¿Siempre concibieron el proyecto Qva Libre de esa manera?

«Eso comenzó como una idea y se fue desarrollando. Indiscutiblemente, teníamos que vender un espectáculo, trasmitir una idea. Qva Libre es un concepto, y teníamos que enfatizarlo. De ahí surgieron los sombreros, que son un ícono de nosotros. Ya la gente nos identifica como el grupo de los sombreros grandes».
 
¿Has pensado qué sucedería si se rompe esa imagen en algún momento?

«Irremediablemente eso tendrá que pasar. Tenemos que reinventarnos constantemente. Si nos mantenemos en lo mismo, dejamos de ser atractivos».

Y en cuanto al sonido de ustedes, ¿también cambiaría?

«El sonido de Qva Libre está cambiando constantemente. En la medida en que vayan escuchando los números nuevos, el público se dará cuenta».

Eso implica riesgos.

«En cada disco que hemos hecho ha habido un cambio de sonido. Desde el álbum Resistencia y reciclaje hasta la actualidad. Siempre hay gente que dice “me gustaba más cuando tocabas tal cosa antes” o “prefiero lo que hacen ahora”… eso es normal, siempre se pierde y se gana. En nuestro caso, siempre el cambio ha sido para mejor. Es importante que el público se recicle también. Para nosotros es importante estar en busca de algo nuevo».

¿Esa alegría que ustedes proyectan en el escenario con tantos colores es parte de la realidad de la banda? ¿Ustedes se consideran gente feliz y alegre?

«Esa es nuestra dinámica. El feeling de la banda es así. Yo no escogí a los músicos del grupo, creo que ellos escogieron estar en Qva Libre. Es importante tener esa energía y alegría, si no, no funcionaríamos de la forma en que lo hacemos».

¿Será por eso que gran parte del público de ustedes es joven?

«Precisamente. El público encuentra en nosotros eso: canalizar una buena energía. La gente va a vernos para divertirse, para liberar energías, sin tensiones».

Las peñas de Qva Libre en el Café Cantante se llenan semanalmente. Cuando se es tan popular, de cierta forma, te conviertes en líder de opinión. En ese plano, ¿qué sientes que quiere la juventud cubana hoy? Tú mismo, como joven músico, ¿qué esperas?

«Creo que la juventud cubana quiere muchas cosas. Los jóvenes quieren ir al ritmo del mundo. Nuestra agrupación defiende un estilo que desemboca en diversión. Por la formación que tenemos, siempre hay de nuestra espiritualidad en la música que hacemos. Pero la propuesta de Qva Libre radica en ser parte de los códigos que maneja la juventud hoy, y al mismo tiempo darle algo más, con un buen nivel estético.

«Como músicos, esa es nuestra responsabilidad. Es lo que nos toca como generación».

O sea, ustedes no desdeñan lo comercial; más bien se apropian de ello, en el mejor sentido de la palabra.

«Exactamente. ¿Qué sería de un proyecto, si no tiene público? Cuando me planteé este proyecto, supe que aunque fuéramos muy alternativos, muy underground, ¿de qué valíamos, si no llegábamos a la gente? La idea es que todos nos consuman, tanto el que prefiere el rock, como la salsa, el pop, en fin».

Y ahora que has cautivado a ese gran público, ¿has pensado volver a tu origen en el rock?

«Lo que pasará mañana uno nunca lo sabe. Hay momentos durante la carrera de uno en que hay que mirar atrás, no precisamente para volver a ser el de antes, pero sí para reinventarse, para recorrer el mismo camino, pero mejor, con más experiencia».

¿Cómo fueron las experiencias con Habana de Primera y Descemer Bueno?

«Alexander Abreu es un tremendo músico; un día le dije que estaba loco por hacer un tema con él, y en cuestión de días sucedió.

«La cosquillita es mío, pero cada cual puso de lo suyo. Al final fue entre los dos, porque Alexander escribió su texto e hizo arreglo de metales. Para mí fue una gran experiencia.

«Con Descemer hacía tiempo queríamos hacer algo en conjunto. La posibilidad se dio ahora. El tema es de él, pero yo hice la producción musical y nosotros escribimos nuestra parte. Aprendí muchísimo.

«Este tema con Descemer le ha dado una nueva sonoridad a la banda, algo más de sonido electrónico. De hecho, el nuevo disco tiene de eso. Estoy muy contento».

Muchos grupos se etiquetan como música fusión; el término ya se ha convertido en algo común y no todos lo cumplen. ¿Cuál ha sido la fórmula de Qva Libre?

«Cuando nosotros aún éramos una banda de rock con tendencias a mezclar ritmos cubanos, un empresario español que quería vender nuestra música en internet nos dijo que lo que nosotros hacíamos se llamaba mezcla, pero no fusión. Para él la fusión era entretejer los ritmos musicales, repartirlos entre los instrumentos.

«La base rítmica puede estar haciendo música cubana, la guitarra da una tonada rocanrolera, los metales un funky, en fin… eso es lo que hemos hecho nosotros. Hemos puesto capas y texturas musicales, una encima de otra, y eso crea un sonido propio. Nosotros somos músicos de escuela; si se pone de moda el merengue electrónico, somos capaces de hacerlo, y de ahí saldrá un merengue al estilo de Qva Libre. Es algo que fluye solo, es muy de nosotros».

Hace un tiempo, durante una entrevista con Vanito, hablamos sobre el fenómeno que había generado Habana Abierta hace 15 años o más, y cuando le pregunté si él veía algo similar en el panorama actual cubano, él me respondió con el nombre de Qva Libre. ¿Realmente te sientes heredero de un movimiento como Habana Abierta?

«Nosotros tenemos una buena relación con Vanito y hemos invitado a la gente de Habana Abierta a tocar con nosotros en el Café. Tenemos una amistad con David Torrens, escuchamos Habana Abierta desde el pre. Es muy bueno para nosotros escuchar eso, que ellos nos vean de esa manera.

«Pero hemos vivido tiempos diferentes. En la época de Habana Abierta había más rockeros en las calles, vivíamos una inocencia, a pesar de que fueron tiempos difíciles, pero la gente era más sencilla, se hacía fiesta en la calle todos los sábados, los amigos iban al Coppelia, hacían maratones en bicicleta hasta la playa... Ahora eso se ve de otra manera, antes había más movimiento.

«Es bonito haber heredado eso. La música alternativa hoy se concentra en el Bertolt Brecht, El Sauce, el Café Cantante. Nosotros hemos enfrentado otro mundo. Tenemos otras ambiciones. Cuando yo saco un número nuevo, me interesa que lo consuma todo el mundo, desde el que juega dominó en Centro Habana con una botella de alcohol, hasta el que estudia en la universidad y escucha Buena Fe. Y eso hace que nuestra música la consuma gente de todos los públicos».