Unos americanos (gays) en La Habana
especiales
Las presentaciones del Coro Gay de Washington (The Gay Men's Chorus of Washington) en varios escenarios de La Habana no han tenido mucha repercusión en los medios nacionales. Es muy probable que los prejuicios de siempre hayan hecho lo suyo. Pero lo cierto es que la singular agrupación ha cumplido un programa intenso de conciertos e intercambios con numerosos sectores de la sociedad cubana, y no solo con los integrantes de la comunidad LGBT en la isla, como pudieran pensar algunos.
Porque el hecho de que el coro esté integrado solo por hombres homosexuales no significa que sea una apuesta por la segregación o el gueto. Más bien se trata de promover los derechos de todas las personas, independientemente de su orientación sexual. El quehacer de este coro, fundado en 1981, ha sido reconocido por numerosas organizaciones internacionales. Y sus conciertos han devenido plataforma de lucha a favor de las minorías. Ya se sabe del valor reivindicativo de la música.
La visita a Cuba de un elenco reducido del coro (21 de los 300 integrantes) coincidió con un momento trascendental en las muchas veces tensa relación entre La Habana y Washington: justo una semana antes de que se izaran las banderas en las flamantes embajadas de las dos capitales. Después de más de medio siglo comienza una nueva etapa de los vínculos. El camino no va a ser fácil, la absoluta normalización no está a la vuelta de la esquina. Pero estos intercambios pueden tender puentes entre dos culturas muy cercanas, que siempre han dialogado y se han influido mutuamente.
Estos cantantes, por ejemplo, han incluido temas en español en sus conciertos habaneros, a pesar de que prácticamente ninguno de ellos habla el idioma. Y el público ha reconocido el gesto con cerradas ovaciones. El arte es una de las más efectivas diplomacias, digan lo que digan.
Otra circunstancia distingue la visita: recientemente la Corte Suprema de los Estados Unidos se ha pronunciado a favor del matrimonio igualitario (que incluye el matrimonio entre homosexuales) en esa nación. Es un triunfo de todos los que han luchado por la promoción de los derechos de la población LGBT allá. Pero el director de la agrupación, Chase Maggiano, cree que quedan asuntos pendientes. En declaraciones a la AFP afirmó: «Tenemos muchos derechos en nuestro país (…), pero todavía queda trabajo por hacer. Por ejemplo, la igualdad de género en Cuba es mucho más fuerte que en Estados Unidos».
No obstante, en Cuba también queda mucho por hacer en ese sentido. La Asamblea Nacional del Poder Popular tiene pendiente discutir la aprobación de un nuevo Código de Familia, que reconozca derechos LGBT hasta el momento no garantizados por la legislación. No hay fecha, pero se impone. Y muchos ciudadanos y agrupaciones están trabajando en ese sentido. Hace algún tiempo se logró algo importante: que el nuevo Código del Trabajo explicitara la prohibición de discriminar por orientación sexual. Es un triunfo incompleto, no es suficiente… pero es un triunfo.
Nadie duda de que hace falta mucha labor educativa, hay que seguir sensibilizando a sectores reacios de la población. Pero la ley es necesaria. Y un derecho es un derecho.
Mientras, justo en esa labor de sensibilización, el aporte del Coro Gay de Washington no es para desechar. Chase Maggiano ha expresado que Cuba «es un bonito país, con personas bellas y hospitalarias». Los integrantes de su coro se han sentido muy bien entre los cubanos. Uno de los miembros, Jerry Bennett, se muestra satisfecho. El objetivo era el objetivo es «enviar un mensaje más eficazmente, gracias a la música en lugar de hablar simplemente, porque la música es algo universal», destacó.
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