Más de mil 500 estudiantes internacionales en unas 200 universidades de Estados Unidos sufren hoy el impacto de las políticas migratorias de la administración de Donald Trump por la revocación de sus visas o estatus.

Los afectados, que han perdido sus permisos en lo que va de año, estaban amparados por los programas del Sistema de Información de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SIIS, por sus siglas en inglés).

Según los reportes, los programas de visas en Estados Unidos son complejos, con numerosos requisitos y condiciones, y el Departamento de Estado afirma tener amplia autoridad para cancelarlos.

El secretario de Estado Marco Rubio prometió en este contexto examinar minuciosamente los antecedentes de los solicitantes para descartar a los políticamente indeseables.

Rubio, expresó el mes pasado una postura de línea dura sobre la política de visas del norteño país. «Visitar Estados Unidos no es un derecho. Es un privilegio que se otorga a quienes respetan nuestras leyes y valores. Y, como secretario de Estado, nunca lo olvidaré», escribió en un artículo publicado por Fox News.

Apuntó a una mayor vigilancia de la conducta de más de 1,1 millones de estudiantes extranjeros que están en territorio nacional, algunos de los cuales «participaron en actividades antisemitas e intimidaron a estadounidenses, muchos de los cuales eran judíos», subrayó.

«Como secretario de Estado, seguiré ejerciendo mi autoridad para apoyar la política de tolerancia cero del presidente (Donald) Trump hacia los extranjeros que apoyen a organizaciones terroristas o participen en actividades que amenazan nuestra seguridad nacional o comprometan un interés imperioso de política exterior», advirtió.