Bob e Ileana: ¿Enemigos de Estados Unidos?

Se trata del senador Robert (Bob) Menéndez y la doblemente pequeña congresista Ileana Ros-Lehtinen.

Fueron abanderados de las extraterritoriales leyes Torricelli y Helms-Burton, que en 1992 y 1996 les provocaron roces hasta con aliados europeos.

Se han distinguido como ardientes partidarios de mantener el bloqueo a la isla, rechazado cada año, desde principios de la década del 90 por la Asamblea General de la ONU.

Lo sucedido en este frente ha entrañado uno de los más grandes reveses de la diplomacia estadounidense y el aislamiento de Washington.

¿Culpables? La alianza de la ultraderecha cobijada en el Capitolio y sus apéndices de origen cubano acantonados en Miami.

En su vanguardia han ido  siempre figuras como Bob y la legisladora por Miami Ros-Lehtinen.

Uno representando al estado de Nueva Jersey, y la otra, a la Florida, muy unida a sus grupos ultraderechistas de origen cubano.

Por cierto, que no hace mucho, Bob se vio mezclado en un escándalo por sostener relaciones con prostitutas de República Dominicana.

Estas últimas lo admitieron a la prensa y el hecho circuló velozmente en Washington y sectores de la opinión pública internacional.

Pero el aludido movió sus poderosas influencias y en una segunda versión las muchachas negaron hasta conocerlo.

De situaciones embarazosas no está libre Ileana, dados sus públicos lazos con relevantes terroristas.

Un solo ejemplo, entre muchos de ayer y ahora, la resumen.

El ocho de julio de 1996 ella envió una carta a Rodolfo Frómeta Caballero, jefe de la famosa pandilla Comandos F-4.

¿Objetivo? Exhortarlo a mantener  sus actividades subversivas contra Cuba, misiva que repercutió en la prensa floridana.

Frómeta era considerado entonces uno de los más peligrosos cabecillas de bandas radicadas impunemente en aquel estado.

Sus hombres, recordaron algunos, nunca fueron detenidos y, por el contrario, en julio de 1996 recibieron la carta de una parlamentaria, como Ileana, donde les exhortaba a seguir el camino de la violencia.

En los actuales momentos Bob y la doblemente pequeña Ros-Lehtinen se oponen con ardor a que Cuba y Estados Unidos, como se anunció, mejoren sus relaciones bilaterales.

¿Acaso se están disponiendo a sumar nuevos grandes chascos a la historia de su propia nación?