Tras el último sonido del obturador

Pequeñas abstracciones de recuerdos hechas imágenes, simbiosis de instantes cristalizados para siempre, expresión de sensibilidad encerrada en retratos. La fotografía narra la historia de sus protagonistas más allá del simple término estético y tras la lente, una mirada marca el ritmo de la creación.

Solo le bastaba con observar. Encendía un Habano y colimaba el disparo. Al presionar el obturador Liborio Noval, destacado fotorreportero cubano, hacía arte con la cámara. Así lo conocimos una tarde de junio en el proyecto sociocultural Patio de Pelegrín. Para el mundo es el fotógrafo de Fidel; para muchos, un amante de lo analógico; para Cuba, el lente de la Revolución.

_Usted se define como un amante de la fotografía analógica. ¿La era digital rompió con esta pasión?

_No podemos detenernos en el tiempo. A veces nos aferramos a lo tradicional por miedo al cambio. Cuando hice mis primeras fotos a color con la cámara digital algunos me preguntaron si renunciaba al cuarto oscuro. Respondí que los avances tecnológicos imponen renovación, mas la esencia del retrato está en su composición.

"Soy un hombre de fotografía en blanco y negro. Disfruto la cámara de película, el laboratorio, meter la mano en el revelador y ver como aparecen siluetas en el papel".

_La academia inicia a los periodistas en el mundo de la fotografía. ¿Cuánto aporta esta materia a la polivalencia requerida en los profesionales de la prensa?

_La inmediatez de la noticia reclama habilidad y agilidad de quien está tras el lente. El periodista debe estar atento, no hay mucho tiempo para buscar el encuadre adecuado; añorando la perfección desaprovechamos momentos irrepetibles. Esa agilidad la proporciona la práctica. El aula les brinda la teoría para facilitar el trabajo de campo.

"Nuestra prensa hoy no hace fotografía, solo vemos bloques de textos respaldados, en ocasiones, por alguna alegoría. La verdadera función de la foto en la prensa, es llenar una página con cinco o seis imágenes a modo de historia gráfica".

_¿Su obturador fijó los momentos que soñó o los que le tocaron vivir?

_Siempre digo que no soy el gran fotógrafo, simplemente pertenezco a una generación que cámara en mano reflejó por qué y para qué se hizo una revolución.

"Encuentro motivo para un buen retrato tanto en Fidel como en un campesino, las personas aparentemente más simples también nos regalan grandes historias. No puedo desligarme del oficio, fragmento en imágenes cada lugar. Seré fotógrafo mientras viva".

El destino jugó con su suerte... dio fin a su andar y le dejó de regalo una última foto: el diafragma se contrae. El flash ilumina la despedida. Los espejos reflejan la imagen. La película fija el retrato. El corazón descansa. El silencio impone. Las cortinillas se cierran... retienen su luz. Liborio sonríe a la cámara y grafica un adiós.

Fotos de Liborio Noval