Cuando el FBI quiso matar, con palabras, a Martin Luther King
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Amenazas aderezadas de insultos y humillaciones fueron parte de una carta anónima que el FBI envió al histórico líder de los derechos civiles en EEUU, Martin Luther King, cuyo último propósito era que éste, desesperado, acabara recurriendo al suicidio.
La misiva, de 1964 y que esta semana vio la luz de manera íntegra, muestra la obsesión del Buró Federal de Investigaciones (FBI) dirigido por J. Edgar Hoover por demostrar la supuesta vinculación del activista con el comunismo en plena Guerra Fría.
"Bestia anormal", "fraude" o "ser diabólico" son algunos de los calificativos que usó la agencia entonces al amenazar a King con revelar sus relaciones extramaritales, de las que, dijo, eran propias de un "psicópata sexual".
"King, mira dentro de tu corazón. Sabes que eres un completo fraude y la más grande mentira para nosotros los negros. Los blancos de este país tienen suficientes fraudes por sí mismos, pero estoy seguro de que en este momento no tienen uno que te iguale", se indica en el texto.
Apenas unos días antes de que recibiera el Premio Nobel de la Paz en 1964, la carta fue enviada por el FBI a casa del defensor de los derechos civiles y recogida por su esposa, Coretta, que encontró junto a ella una grabación que ilustraba los presuntos deslices sexuales de su marido.
Escrita de manera anónima, el supuesto autor se hacía pasar por un seguidor de King totalmente decepcionado con su actitud por haber traicionado a su mujer con otras relaciones y le daba un plazo de 34 días para suicidarse si no quería que se destapase su historia.
"Estás acabado. Sólo hay una salida para ti. Es mejor que la tomes antes de que tú, anormal, sucio fraude, seas expuesto ante la nación", reza la carta.
La misiva, de una página y escrita a máquina, fue encontrada por la profesora de la Universidad de Yale Beverly Gage y publicada por el diario The New York Times.
Hoover, fundador y líder del FBI durante casi cuatro décadas, temía que el fulminante ascenso de King como figura defensora de los derechos de los negros acabara con sus esfuerzos por desacreditarle en medio de una de las épocas más duras y críticas de la ley Jim Crowe, que legalizaba la segregación racial en el país.
La carta había sido publicada por las autoridades federales tras pasar por una estricta edición, pero Gage halló el documento original en los Archivos Nacionales de College Park (Maryland), a las afueras de Washington DC, en medio de la investigación que está llevando a cabo sobre Hoover.
La tensa y conflictiva relación entre King y Hoover no era, sin embargo, un secreto: el director del FBI llegó a decir en público refiriéndose al activista que era "el mentiroso más notorio del país".
Por eso, como explica Gage, King sospechó desde un principio que el FBI era quién estaba detrás de la mordaz misiva, aunque nunca llegó a denunciarlo y sólo se supo sobre su existencia una década después del asesinato del activista, cuando Hoover ya había fallecido.
La persecución que abanderó la agencia federal contra King fue tan escandalosa que, según Gage, su actual director, James Comey, conserva una copia de la solicitud de intervención telefónica del FBI a King en su escritorio "como un recordatorio de la capacidad de la agencia para hacer el mal".
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