"Este informe nos cuenta una historia de la que ningún estadounidense está orgulloso", dice el documento de cuatro páginas, que contiene los temas de conversación propuestos por el Departamento de Estado en reacción al informe clasificado del Senado, del que se espera se divulgue un resumen en las próximas semanas.

"Pero también es parte de otra historia de la que podemos estar orgullosos", añade el documento, que fue circulado esta semana entre los funcionarios de la Casa Blanca y que la Casa Blanca envió por correo electrónico accidentalmente a un periodista de The Associated Press. "El sistema democrático de Estados Unidos trabajó tal y como fue diseñado para trabajar para poner fin a las acciones incompatibles con nuestros valores democráticos".

No está claro quién escribió el informe ni qué influencia tendrá sobre la respuesta del gobierno del presidente Barack Obama a una investigación que ya ha sido objeto de caldeadas disputas.

Es una práctica común para la Casa Blanca solicitar puntos de discusión de parte de los principales organismos que participan en la respuesta a un evento noticioso, como será la publicación del informe del Senado.

El informe del Senado concluye que las técnicas de la CIA sobre los detenidos de al-Qaida capturados tras los ataques de 2001 fueron mucho más brutales de lo que se creía anteriormente. Las tácticas no lograron producir información de inteligencia que consiguiera salvar vidas, afirma el informe, y la CIA engañó al Congreso y al Departamento de Justicia sobre el programa de interrogatorios.