Diez años sin la luz de Gades, pero con su «fuego»

Diez años sin la luz de Gades, pero con su «fuego»
Fecha de publicación: 
2 Julio 2014
1
Imagen principal: 

No hay arte sin disciplina, ni disciplina sin sacrificio. Eso es lo que Antonio Gades dijo a su hija María en su estreno como actriz, resumen de una filosofía que se aplicaba con todo rigor y que ella se ha empeñado en preservar desde que hace diez años su sobria luz, "que no su ejemplo", se apagara.

María Esteve (1974) es positiva y optimista y por eso, dice en una entrevista con Efe, no ha flaqueado nunca ni en su tesón en la defensa de la obra de Antonio Gades (1936-2004). Ni en su esperanza en que en un futuro no muy lejano el legado de su padre y el de otros artistas como Antonio o Pilar López esté reunido.

"Mi padre era mío, pero el trabajo que él dejó es de cualquiera que ame la danza y no es justo que esté desperdigado e inaccesible en su mayor parte", subraya la actriz y presidenta de la Fundación Antonio Gades, una labor en la que trabaja estrechamente con Eugenia Eiriz, viuda de Gades.

Coincidiendo con el décimo aniversario del fallecimiento del bailaor y coreógrafo -el próximo 20 de julio-, la Fundación ha recuperado la versión de "El amor brujo", "Fuego", que supuso el acercamiento escénico del coreógrafo de Elda (Alicante) al ballet de Manuel de Falla y que se estrenará el día 6 en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.

El montaje, estrenado en el Théâtre du Châtelet de París, el 26 de enero de 1989, fue la última de las colaboraciones del artista con el cineasta Carlos Saura, una "magnífica" producción, que se ve por primera vez en España.

Con todo, Esteve confiesa que su "preferida" es "Bodas de sangre": "Aún no entiendo como es clásica, contemporánea..., cómo montó la mitad sin música y luego la metió en esos 27 minutos. Además -se ríe- nací en plena creación".

Su "sueño increíble" sería "no tener tantos obstáculos" para difundir su obra, "que es la de todos", y que la suya sea una fundación abierta a todos los estudiantes, maestros e investigadores en la que se reúna el trabajo de "genios que ya no están".

"No es generosidad, es de justicia. Me da mucha pena que ese trabajo, su material, sus documentos, esté desperdigado", precisa.

Gades, nacido como Antonio Esteve Ródenas, estaba ya "muy malito", enfermo de cáncer, cuando comenzó a idear la que sería su fundación, a redactar sus estatutos y nombrar patronos, aunque no sería hasta después de su muerte cuando se constituyó.

En estos diez años, la Fundación, que nació gracias a la aportación -"una especie de crédito"- que les hizo una entidad japonesa con la que Gades trabajaba a menudo, ha pasado toda clase de dificultades, "como el resto", pero las han superado, gracias, entre otras cosas, a que el Ayuntamiento de Getafe les facilitó una sede estable, el Teatro García Lorca.

"Creo que mi padre estaría muy impresionado con lo que hemos conseguido hasta ahora, con la magnitud de lo que hemos hecho casi desde cero. Eso en el plano astral, porque, si resucitara de verdad, iba a pegar cada grito en los ensayos... En serio, creo que estaría muy orgulloso por no haber permitido que una vida entera se fuera con él y que hayamos preservado la memoria de su labor", explica.

No estaría "tan satisfecho", barrunta, con lo que se ha hecho, o más bien no se ha hecho, en el plano institucional.

"Es un país que no está acostumbrado a cuidar la memoria de sus maestros. No es un ataque sino una realidad. La conservación del patrimonio es su asignatura pendiente", asevera.

Además de poner en pie la Fundación, Esteve y Eiriz quisieron reunir a sus más estrechos colaboradores para que crearan el ballet que difundiera su trabajo y, además, permitiera su pervivencia.

"Nunca hemos tenido una gran infraestructura y hemos podido manejarnos bien, pero siempre con mucho sacrificio. Soy la presidenta y a la vez, durante dos años, fui 'road manager', regidora, productora... hasta fregaba el suelo con 'cocacola' para que no se escurrieran los bailarines", rememora riéndose.

En este tiempo, además, han hecho decenas de talleres para niños, para docentes, han editado libros y mantienen una escuela de danza, "todo con mucho esfuerzo, pero también con muchísima ilusión".

En este aniversario les gustaría compartir la "realidad" de que Gades como bailarín es "insustituible" y que la obra de este hombre "muy bien hecho, recto y riguroso", que probó de todo, de futbolista a torero pasando por boxeador, antes de caer en la escuela de Pilar López, sigue "viva, vigente y maravillosa".

"Cuando murió, me preguntaba cómo iba a ser el mundo sin él. Entras en 'shock', pero luego paras y te das cuenta de que te ha dejado todo: conocimiento, escenografía, vídeos y que el objetivo es ser fiel a todo eso", añade la actriz, "un ser tremendamente afortunado", quizá, especula, porque siempre ha tenido "la suerte" de no ambicionar mucho "para vivir". Herencia paterna, ríe de nuevo.

Comentarios

Desde Buenos Aires que lo disfrutó larguisimas tempotradas les deseamos lo mejor en titánica tarea estamos tratando de replicar esto con El patrimonio coreográfico de Ángel Pericet sé de la admiración que se tenían mutuamente y me he criado en una familia que ha hacho esto sola por tres generaciones , Su majestad el público hará esto posible

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.