Miami-Dade: ¿Policías o gorilas?

El pasado jueves su policía asesinó a un joven de 17 años de edad en el parqueo de un mercado al noroeste de Miami.
Un periodista de El Nuevo Herald, Daniel Shoer Roth, explicó que la victima se llamaba Jason Carulla, y que vivía en la calle.

Agregó que, al parecer, le protegían servicios sociales de la Florida, así como que fue abatido a modo de “un violento criminal.”

Según el periodista del Herald, Carulla manejaba una camioneta robada cuando, al ser rodeado, embistió un vehículo policial y fue acribillado a balazos.

La víctima había sido arrestada  cinco veces, clara prueba, opina  Shoer Roth, “del fracaso del sistema de justicia juvenil” en la Florida.

Analistas recuerdan que el creciente robo de vehículos trastorna la existencia de los floridanos y aumenta su percepción de inseguridad.

Roth elogia la creación de un cuerpo de agentes secretos para aliviar la situación.

Pero, al mismo tiempo, subraya, “hay un buen trecho entre solventar una serie de robos y matar a un menor de edad que fue al mercado a recoger un todo terreno hurtado.”

El nuevo tiroteo acontece meses después que la policía de Miami Beach con un arma de electrochoque arrancó la vida al joven Israel Hernández-Llach,   por pintar graffiti en paredes.

Hernández no tenía antecedentes penales y había recibido más de un premio en su record artístico,  “colosal injusticia” escribió Daniel Shoer Roth.

Otro de los   actos más abominables  de la policía de Miami-Dade tuvo lugar el 28 de octubre de 2013.

La prensa lo caracterizó así entonces:

Un oficial de la Policía de Miami golpeó brutalmente a un joven con síndrome de Down al tratar de esposarlo para indagar sobre un bulto que observó en sus pantalones.

Luego de inmovilizarlo descubrió el misterio: se trataba de una bolsa para operados de  colostomía.

El portal informativo The Liberty Crier amplió los detalles:

El nombre de la victima es Gilberto Powell, 22 años de edad y con la dolencia antes referida.

Un oficial de la policía lo golpeó con la mano abierta y tiró al suelo  frente a su hogar, situado en el suroeste de Miami-Dade.

Todavía la familia de Gilberto aguarda por una disculpa de esto... ¿Policías  o gorilas?