Bajo el mismo sol: bajo todas las miradas

Bajo el mismo sol: bajo todas las miradas
Fecha de publicación: 
24 Agosto 2011
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Casa de cristal, la primera temporada de la telenovela Bajo el mismo sol, ha causado en ciertos espectadores gran inquietud. Muy al estilo de las últimas producciones dramatizadas cubanas, no se conforma con entretener: ha asumido el reto de abordar cuestiones polémicas de la más reciente actualidad.

 

Desde el asunto principal, la reinserción en la sociedad de tres ex reclusas, hasta otras tramas dedicadas a la corrupción, la educación de los hijos, el maltrato familiar… la telenovela está presentando un panorama bastante problemático de la contemporaneidad.

 

No obstante, hay un tema que sin dudas motiva la mayor cantidad de opiniones encontradas: la homosexualidad femenina, representada por una de las tres protagonistas.

 

Muchos consideran que en las últimas producciones nacionales se ha abusado del asunto, y no creen que ese sea el espacio para abordarlo. Creen, en el mejor de los casos, que la popularidad de las telenovelas puede atraer demasiados ojos a algo que debe permanecer en ámbitos más bien íntimos.

Otros, francamente, piensan que hablar sobre el tema es peligroso para niños y adolescentes, pues pueden revertir sus nociones establecidas de normalidad.En este mismo sitio, hace algunas semanas, al comentar un artículo sobre la novela brasileña que alterna con Bajo el mismo sol, buena parte de los lectores parecían necesitados de expresar sus criterios sobre la manera de abordar la homosexualidad en la serie cubana.

 

Incluso, a algunos les parecía "asquerosa" y "explícita".Primero que todo, debe quedar claro que nunca la teleserie ha explicitado actos amorosos entre dos mujeres, más bien los ha sugerido, con una contención y cuidado que prácticamente los vela.

 

Y segundo, algo que se olvida con demasiada frecuencia: el espacio de la telenovela no es parte de la programación infantil, cada padre es responsable de que sus hijos lo vean. Sin contar que, de cualquier forma, no creemos que en Bajo el mismo sol se haya trasmitido nada que ponga en peligro la educación de los más pequeños.

 

Es perfectamente legítimo que los creadores de la serie hayan dedicado una de las tramas principales a la homosexualidad, porque, es evidente, los homosexuales existen y tienen conflictos perfectamente dramatizables. De hecho, con todo que parezca excesiva la presencia de estos temas en los últimos años, apenas se han esbozado, quedan todavía muchas aristas por explorar.

 

Bajo el mismo sol ha querido profundizar, y para hacerlo ha tenido que luchar (incluso que pactar) con los prejuicios vigentes.

 

Los que creen, con la mejor de las intenciones, que los conflictos por la orientación sexual deben ser tratados en un espacio más personal, olvidan que en buena medida son temas que trascienden la propia intimidad de los involucrados.

 

Lo que le sucede a Lisette en la novela ha sucedido, sucede a menudo, en muchos hogares. Darle visibilidad al asunto, al menos contribuirá a discutirlo, a manejar argumentos. Y es la telenovela, precisamente por su impacto, uno de los espacios privilegiados para hacerlo.

 

Es significativo que otros asuntos tratados en la serie, incluso lesivos para el bienestar común, no reciban tanta atención. Habla de los prejuicios que persisten en buena parte de la población, incluso con la relativa presencia de los temas de educación sexual en otros espacios.

 

Hasta el momento, el tratamiento al tema de Bajo el mismo sol ha sido prudente, sin permitirse ser didáctico. Ha presentado una situación de conflicto y ha dado voz a todos, sin asumir que por su opinión, fuera cual fuera, sean personajes negativos.

 

En la serie se han mostrado francos actos de homofobia, nacidos del prejuicio y el desconocimiento. Se le ha otorgado, con todos los matices, normalidad al problema. Una normalidad que hace también legítima la discusión.

 

La telenovela aborda, con la misma ecuanimidad, otros problemas acuciantes de la sociedad contemporánea. Hubiera sido legítimo para el género no hacerlo: tomar el rol del mero espacio de entretenimiento, narrar las una y mil veces contadas historias de triángulos amorosos, héroes y villanos, encuentros y desencuentros…

 

Pero Bajo el mismo sol ha querido meter las manos en el aquí y ahora. Tiene todo el derecho. Como nosotros tenemos el derecho, la opción, de cambiar de canal si no nos conviene.

 

En próximos comentarios nos referiremos a los demás temas, la dramaturgia y la puesta en pantalla. Por ahora esperamos sus comentarios.

Comentarios

Me encanta la actuación de Blanca Rosa Blanco, creo q es buenísima como actriz, y a la loca le queda súper ese personaje. Nada, pienso q esta telenovela está muy buena y educativa sobre todo.
Aunque ya he dado mis opiniones sobre el tratamiento en la TV de la homosexualidad, considero que la novela está muy bien hecha y el tema de las exrreclusas es acertado, aún hay directivos que actúan como se muestra en la trama y las actuaciones son excelentes, sobre todo la de Daylenis, teniendo en cuenta que es su primer trabajo en la TV, porque conocemos de la calidad de Blanca Rosa y de Ketty de la Iglesia como actrices. Muchas felicidades al equipo de trabajo, sobre todo al escritor o escritores.
No me gusta la novela, no por las actuaciones, que son buenas, sino porque reune muchos conflictos, para mi, la realidad no es tan parejamente deprimente, no es que no existan los problemas, sino que al menos en la vida que he vivido no se acumulan todos a la vez de esa forma. Lo que me contraría tampoco es el tema de la homofobia,que ha propiciado reacciones en algunas personas culturalmente lógicas, pero donde a pesar de todo puede verse que una sociedad como la nuestra da pasos pequeños pero importantes para el repeto y los derechos individuales. Si se ven filmes con escenas de sexo heterosexual en cualquier cantidad y sin venir al caso, es normal, otra cosa nos resulta equivoca e incomoda (no me incluyo ahí). Lo que me disgusta es que el tema de los ex reclusos se trata por segunda vez, de una forma que parece que sales de la prisión con una marca de salación en la frente. En la pasada novela el compañero al salir se ubica en puestos de trabajo, altamente suceptibles a la corrupción eso es un hecho, una y otra vez insiste en empleos de ese tipo que lo mantienen al borde de la legalidad y al final, pues el pobre, muere defendiendo al sobrino que era un delincuentico. En este caso TODAS, siguen en la cuerda floja reincidiendo, o pasandoles situaciones tan inverosimiles como en el caso de la Ing Civil (o arquitecta, no recuerdo), que es por demás, la única que tiene a la policia y a todo el mundo encima, porque al resto ni las molestan. Parece que la inclusión en nuestra sociedad de una (o un ex recluso), es un tema que está por ganarse todavía. No conozco casos en que existan prejuicios tan manifiestos hacia ellos, aunque reconozco que no me desenvuelvo en medios que propicien conocerlas a menudo
La novela es fenomenal, y pienso que los críticos y detractores que solicitan evadir el tema de la homosexualidad en la tele, solo están haciendo más latente su propia homofobia, y solo logran silenciar los tabúes y prejuicios de algunos, por suerte hoy "minorías", porque lo que sí es evidente es que esto es una realidad, y para nada es "algo nuevo", ni considero que los guionistas de novelas son reiterativos, sino que es una verdad develada que sale a flote cuando por mucho tiempo el tema estaba escondido, esa otra parte de la sociedad se vivencia día a día. Novelas como estas son las que preparan a una sociedad para que sea más justa y más humana, creo ciegamente que un mundo mejor es posible. Como dice Pablo Milanés: "No nos equivoquemos otra vez"... La actuación de Lisett en su rol de lesbiana es inmejorable, veo en ella el resultado de un estudio e investigación que debe realizar todo actor o actriz para encarnar un personaje, sobre todo de un estilo virago, fenotípicamente identificada con alguna mujer de este tipo de inclinación, ¡en fin, perfecta! Desterremos: no solo a los homofóbicos, también a quien rechaza a un exrrecluso que quiere incorporarse a la sociedad. Termino con esta frase de Dulce María Loynaz, se la dedico a aquellos que critican la apertura de esos temas en las series de hoy: "Cuando se vio, queda una luz interior que nos permite interpretar las cosas. Entonces no importa dejar de ver. Lo importante es que hay quienes ven y no entienden. Hay quienes escuchan y no oyen". Dulce M. Loynaz.
Esta novela nos brinda unas gamas de temas y problemas interesantes, desde las expresidiarias que tratan por diferentes caminos de integrarse nuevamente a la sociedad, hasta el amor de las madres por sus hijos. Aquí es donde la novela nos llega a gustar y hasta a atraparnos en la historia de estas mujeres, una historia donde el protagonismo se lo llevan los personajes femeninos y aunque muy diferentes, todas las madres demuestran lo que son capaces de hacer por sus hijos. Hasta aquí es una novela nueva y original, pero creo que el repetido tema de la homosexualidad, que en este caso se ha tocado más crudamente que nunca, llega a cansar. Tal parece que ya no podemos hacer una novela sin caer en este cliché.

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