A Cuba y a su gente, dedicó la artista este concierto, ofrecido en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional este viernes; oportunidad que calificó de bendición “por estar en una tierra a la que siempre hemos tenido presente”, según confesó antes de comenzar.

Reconocida con tres Grammys y un Oscar por su participación en la banda sonora de Frida (2002), Downs trajo a La Habana su espectáculo Pecado y milagros, donde incluyó temas de su autoría y otros que ya forman parte del patrimonio musical latinoamericano y mundial, incluidos en el disco homónimo.

Junto a Mezcalito, Zapata se queda, Cucurrucucú paloma, Cruz de olvido y Fallaste corazón, la cantora, reconocida por rendir tributo a sus raíces indígenas; además regaló al público su popular La cucaracha, La llorona, Tren del cielo y una versión de Piensa en mí.

Cumbias, rancheras y una original mezcla de ritmos tradicionales mexicanos con elementos electrónicos, del pop y el hip hop se dejaron oír durante la velada, que no terminó sin que los integrantes de La Misteriosa –la banda que acompaña a la cantante- y la propia Lila tuvieran que salir dos veces al escenario después de haberse despedido.

Anita Sánchez, la madre de la artista, quien sentada en el público disfrutó del espectáculo, comentó en exclusiva a la AIN que le sorprendió el calor de los asistentes y cómo la recibieron “a pesar de que nunca había cantado aquí.”

Los cubanos son muy alegres y me siento muy feliz por la acogida que le han dado a Lila, agradeció Anita, representante de la etnia indígena mixteca y también cantante.

A Lila le seguirá hoy la popular Maridalia Hernández, considerada entre las artistas más importantes de su natal República Dominicana, quien llegó a La Habana también invitada por el Encuentro de Voces Populares, dirigido por la maestra cubana Argelia Fragoso.

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