POSTALES DE SANTIAGO DE CUBA: Cafetal La Isabelica
El cafetal La Isabelica está muy cerca de la Gran Piedra, en Santiago de Cuba. Es un lugar encantador donde hay un clima muy agradable, propio de montañas.
Las, ruinas hoy convertidas en museo, corresponden a una hacienda del siglo XVIII, propiedad del francés Víctor Constantin y su esposa Isabel María, quien había sido esclava.
En el año 2000 se otorgó la categoría de Patrimonio de la Humanidad al conjunto de cafetales en el sudeste de Cuba. Se trata de 171 ruinas localizadas entre Santiago de Cuba y Guantánamo, que evidencian una forma de explotación agrícola que marcó una época en la Isla.
Cerca de la zona donde se ubica La Isabelica, se encuentran también otros complejos cafetaleros como La Gran Sofía, Firmeza y Fraternidad, pero solo el que lleva el nombre de su dueña africana es considerado un museo, ya que era el que mejor conservaba el sistema que lo identifica como cafetal y el más accesible al público.
Todas las haciendas de esta región tienen una arquitectura similar, al estilo de los castillos medievales. La tipología se basa en casa vivienda en el piso superior y almacenes en la planta baja.
La Isabelica fue construida a principios de 1800. El elemento fundamental en su arquitectura es la piedra, ya que en esa época las edificaciones se adaptaban a lo que la región les ofrecía.
La red de caminos y senderos que usan hoy los habitantes de la zona datan de esa fecha.
Se calcula que La Isabelica funcionó hasta 1876, pues es la fecha que se tiene como referencia del término del cultivo del café en esa región, como actividad fundamental. A partir de entonces algunas haciendas quedaron en total abandono.
Cada habitación de la casa-museo cuenta su historia de cómo se escogía el café; de dónde se secaba el grano y se guardaba listo para llevar al mercado; de los crueles castigos a los esclavos… Incluso a las embarazadas rebeldes se les maltrataba por igual, aunque se protegía al bebé; para ello se hacía un hueco en el suelo, donde la mujer pudiera acomodar el vientre.
En La Isabelica se conservan muchísimos artículos originales de la casa y el cafetal: herramientas para la carpintería o la agricultura, utensilios de cocina, el aljibe, la tina para el baño, artículos de porcelana y plata…
Todo esto gracias a grupos de arqueología que ya en 1959 habían detectado los imperios de estas haciendas y promovieron su rescate. En 1961 La Isabelica abrió como museo.
Además de su valor patrimonial, esta es un área protegida debido al endemismo de su flora, por ejemplo, hay 236 variedades de helechos y 222 de orquídeas. Allí crece el musgo naranja, que nace solo donde hay 0% de contaminación ambiental.
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