Terror ciego contra Siria

Incapaces de hacer renunciar al gobierno de Bashar al Assad y ante los frecuentes avances del ejército sirio en terrenos ocupados por los invasores, mercenarios y opositores multiplican sus atentados terroristas en zonas pobladas, principalmente en Damasco, con el fin de causar el más alto número de víctimas.    

Pero no todo está realizado en forma anárquica, y de ahí los intentos de asesinar al Premier y otros personajes que pudieran sustituir en un momento dado a Al Assad, quien ha aceptado el apoyo del movimiento libanés Hizbullah, que hizo historia al hacer retroceder y causar cuantiosas bajas enemigas en la más reciente incursión en gran escala del ejército israelí contra el sur del Líbano. 

Asimismo, voluntarios iraníes han reiterado su disposición a combatir contra una oposición siria formada en gran medida por mercenarios y elementos fundamentalistas de numerosos países de la región, que, consciente o inconscientemente, hacen el juego al plan del imperialismo norteamericano para librarse tanto del gobierno sirio, como el de Irán, los principales escollos levantados contra Estados Unidos e Israel en la región.

No por reiterado es bueno recordar que EE.UU. busca el caos en Siria y poner allí a un régimen islámico similar al saudita, con el cual Israel se sienta seguro.     

Es un plan largamente elaborado, que incluye a otros países que sucederán a Siria en la “hoja de ruta” imperialista. La conspiración es tan grande que hay pocas fuentes fiables de información, por lo que este periodista acude principalmente a entes noticiosos de nuestro país, Telesur y algunos soviéticos y chinos.

 Tal es el descaro de los conspiradores internacionales que la página web de las “fuerzas de élite del Reino Unido” alardeó -poco después de iniciados los disturbios internos- de su responsabilidad en armar y entrenar a los que han perpetrado acciones terroristas contra el pueblo sirio, principalmente estallidos dinamiteros y ametrallamientos indiscriminados contra los pobladores.  
                                                                             
Al respecto la red Voltaire indicó que la capacitación se produjo en lugares de Libia y el Líbano; donde agentes del MI6 británico entrenaron para la guerra urbana, así como suministraron armas y equipamiento.  
                                                                                                               
Se estima que la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos esté prestando actualmente servicio en las comunicaciones, así como que fuerzas especiales francesas utilizaron una base en Turquía para entrenar a miembros del Ejército Sirio Libre.
                                                                                                
Por si todo esto no fuera suficiente,  American Free Press publicó que Israel ha estado trabajando para desestabilizar Siria de todas las formas posibles, incluyendo el cabildeo de sus senadores y funcionarios de la administración para sancionar a su gran enemigo en la región.  
                                                                                               

El periodista norteamericano Richard Walker señaló al efecto que la noticia de que armas israelíes están en manos de grupos de la oposición siria no debería ser una sorpresa para cualquiera que esté familiarizado con los sucesos del Medio Oriente.   

Durante décadas, Israel no solo ha interferido abiertamente en los asuntos de sus vecinos, sino que ha provocado guerras encubiertas en el Líbano, Siria, Iraq e Irán, por nombrar sólo unos pocos países. Ha asesinado a científicos nucleares iraníes y ha sido un suministrador regular de grupos terroristas, cuando quiere desestabilizar a determinados países.  
                                                                                                    
Y mientras este terror ciego se multiplica, demostrativo de la incapacidad de ocupar el territorio defendido por el ejército y fuerzas de seguridad sirias, Estados Unidos apela al truco de la utilización de armas químicas por las fuerzas sirias, cuando fue realmente Damasco que denunció este tipo de agresión por mercenarios que penetraron al país por la frontera turca.   
                                                                                  
Así, Washington prepara las condiciones para una nueva invasión imperialista a una pequeña nación que no les agrada, tal como hizo con Afganistán e Iraq, aunque ahora pretende utilizar el procedimiento utilizado contra Libia, con el descarado y sumiso apoyo militar de sus principales socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.