Comienza 2013: Preocupan violencia y economía
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Mientras el mundo recibía 2013 con espectaculares exhibiciones de fuegos artificiales y lluvias de confeti, el espectro de la incertidumbre económica y la agudización de la violencia empañó algunas de las celebraciones y pesó entre quienes esperan que este año sea mejor que el anterior.
Con una abundante pirotecnia que iluminó la noche, diversos países de Asia y el Pacífico dieron la bienvenida al Año Nuevo, mientras en Europa las celebraciones fueron mesuradas con la esperanza de un 2013 más afable ante las dificultades económicas en la región.
La reciente matanza en la escuela primaria en Newtown, Connecticut, y la devastación a causa de la supertormenta Sandy, se combinaron en los recuerdos que quedan del 2012 en Estados Unidos.
«Ante toda la tristeza en el país (Estados Unidos), esperamos algunos cambios positivos en 2013», dijo Laura Concannon, quien con su esposo, Kevin, y los padres de este, celebraron con cientos de miles de personas la llegada del Año Nuevo en Times Square.
La seguridad fue estricta en Times Square debido a que un numeroso contingente de policías uniformados y vestidos de civil se mezclaron entre la multitud.
El comisionado de la Policía, Raymond Kelly, había dicho que Times Square sería «el lugar más seguro del mundo en la víspera del Año Nuevo». Los agentes utilizaron barreras para impedir las aglomeraciones e instalaron puestos de control para inspeccionar vehículos, revisar bolsas y vigilar que nadie consumiera bebidas alcohólicas en el lugar.
En Mianmar, unas 90 000 personas se reunieron en un campo para presenciar por primera vez la cuenta regresiva hacia el Año Nuevo, según los organizadores.
El gobierno reformista que tomó posesión en 2011 en el país, gobernado mucho tiempo por el régimen militar, efectuó su primera celebración pública en décadas para recibir el Año Nuevo.
En Australia, los fuegos artificiales irrumpieron en la noche de un verano cálido. Siete toneladas de elementos pirotécnicos fueron encendidas en azoteas y barcazas en Sydney, así como en el puente Harbor de la ciudad, de donde algunos fuegos artificiales caían como cascada. Los organizadores describieron esta profusa quema de fuegos artificiales como la más grande del mundo, a un costo equivalente de 6,9 millones de dólares.
En la ciudad de Dubai, de los Emiratos Árabes Unidos, los fuegos artificiales subían y bajaban por el edificio más alto del mundo, el Burj Jalifa.
En Roma, el papa Benedicto XVI celebró misa la víspera en la Basílica de San Pedro para agradecer el transcurso del 2012 y la llegada del 2013. Dijo que el bien prevalece, a pesar de todas las muertes e injusticias en el mundo.
En Rusia, miles de personas atestaron la Plaza Roja de Moscú, mientras los fuegos artificiales estallaban cerca del Kremlin.
En Río de Janeiro, numerosas personas vestidas de blanco, de acuerdo a una tradición brasileña, colmaron la playa de Copacabana y asistieron a un concierto.
En Londres, las campanas del reloj de la torre del Big Ben contaron regresivamente los segundos finales de 2012 y los fuegos artificiales iluminaron el cielo sobre la Plaza del Parlamento. Serpentinas descendieron de la rueda London Eye y cohetes relumbrantes fueron lanzados desde la ribera del Támesis.
Sin embargo, en partes de Europa las festividades fueron moderadas, al igual que las fiestas en las calles. El ánimo estuvo contenido ante las proyecciones de que 2013 será el sexto año de recesión en medio de la peor crisis económica que haya afectado a Grecia desde la Segunda Guerra Mundial.
Las festividades fueron canceladas en Nueva Delhi, la capital india, debido a los días de luto y reflexión por la seguridad de las mujeres, tras la muerte ocurrida el sábado de una víctima de violación.
Decenas de miles de personas se extendieron en el puerto Victoria de Hong Kong para ver la exhibición de fuegos artificiales, que costó un equivalente a 1,6 millones de dólares y fue descrita como la más grande hasta la fecha efectuada en esta ciudad al sur de China.
En Corea del Norte, se escuchó a la medianoche el estruendo de cañones en Pyongyang, mientras las personas atestaban las calles de la capital para ver los fuegos artificiales en el río Taedong. Las celebraciones abarcaron Indonesia y Filipinas.
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