Elecciones en EE.UU. ¿En la Florida no saben contar o son expertos en fraude?

Elecciones en EE.UU. ¿En la Florida no saben contar o son expertos en fraude?
Fecha de publicación: 
8 Noviembre 2012
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Doce años después de que Florida dejara Estados Unidos como rehén de una insólita crisis electoral tras una elección presidencial, muestra no haber aprendido la lección y dos días después de que el país reeligiera a Barack Obama, el Estado del Sol aún sigue contando sus votos.

«En Florida aún no se resuelve la elección. La buena noticia es que la elección se decidió sin ellos», comentó el miércoles el humorista político Jon Stewart haciéndose eco del sentir en Estados Unidos, donde se ríen del estado que todavía desconoce al ganador entre sus electores.

Los analistas consultados por la AFP indicaron que el caos electoral de Florida revela una manipulación por parte de funcionarios republicanos, orientada a sabotear la tradicionalmente alta participación de votantes en un estado donde son muchos los votos en juego y se dividen en partes muy parejas entre demócratas y republicanos.

Antes de la elección del martes, los votantes padecieron varios contratiempos, información contradictoria de las autoridades y filas de hasta más de cinco horas para dar su voto anticipado, periodo que este año la legislatura local -controlada por los republicanos- redujo de 14 a 8 ocho días.

De los 67 condados que hay en Florida, este jueves había entre nueve y seis que seguían contando sus papeletas, en un estado con 11,9 millones de electores registrados, y una media de participación electoral históricamente superior al 70%.

«Ha habido un retraso en el resultado final (en Florida) no por problemas en el proceso, sino debido al alto volumen de participación» de votantes, dijo la supervisora electoral del estado, Christine White.

«Hemos procesado unas 31.000 boletas, sólo nos faltan unas 500, creemos que pronto vamos a terminar», dijo el jueves a la AFP Carolina López, coordinadora de Registros Públicos del Departamento de Elecciones del Condado de Miami-Dade.

Este condado, en el sur de Florida, concentró la atención de los medios desde el fin de semana antes de la elección porque autorizó a los electores a buscar sobres para el voto ausente -voto por correo- y entregarlo personalmente hasta el día de la elección.

Pero pocas horas después, suspendieron la medida, pero ante la ira del electorado, la reanudaron, aludiendo a un desencuentro entre el alcalde del condado y las autoridades electorales.

Desde el martes, todos se disculpan, pero los habitantes de Florida siguen sin saber quién ganó y ambos candidatos están a muy pocos puntos de diferencia: Obama se imponía por el 49,86% de los votos sobre el 49,28% de Romney, según la página oficial del Departamento Electoral de Florida.

El Departamento Electoral estatal aún no da una fecha sobre cuándo se conocerá el resultado final, aunque no descarta que la espera continúe hasta el fin de semana.

«La verdad es que la participación en Florida en las elecciones presidenciales suele ser entre el 70 y el 75% de los votantes registrados», es «bastante fácil pronosticar cuántos votantes acudirán a las urnas», explicó a la AFP Lance deHaven-Smith, profesor de Administración y Política Pública en la Universidad estatal de Florida, quien desestimó el argumento de las autoridades que alegan que fue la alta participación lo que retraso del conteo.

-- Tierra fértil en votos clave --

Según de Haven-Smith, por lo menos desde el año 2000, «los líderes republicanos en Florida han estado involucrados en un esquema para reducir la participación electoral y sabotear la infraestructura y la administración de las elecciones», dijo el experto electoral y autor del libro La batalla por Florida, sobre la compleja elección entre el demócrata Al Gore y el republicano George W. Bush en 2000.

En tiempos de campañas electorales, Florida es considerada clave por la variedad étnica, política y socioeconómica de los votantes, que sufragan indistintamente por uno u otro partido. En las presidenciales el estado aporta 29 de los 270 votos que se necesitan en el colegio electoral para llegar a la Casa Blanca.

Para Charles Zelden, profesor de historia, leyes y política en la Universidad Nova de Fort Lauderdale, en el sur de Florida, «muchos estados experimentaron problemas similares a los de la Florida: largas filas, confusiones con la identificación del elector, uso de papeletas provisionales».

«La diferencia es el tamaño y el partidismo. Somos un estado grande con una gran cantidad de votantes que sus votos se dividen por la mitad», apuntó.

Tanto deHaven-Smith como Zelden coinciden en que la legislatura de Florida «complicó las cosas al acortar el periodo de votación anticipada y eso provocó las largas filas», explicó el profesor de Nova Southeastern University.

DeHaven-Smith supone que la reducción de días para el voto anticipado se hizo «porque los estudios muestran que las minorías votan principalmente en los primeros cuatro días y los afroamericanos lo hacen el domingo antes de la elección», que este año quedó suprimido.

«Los funcionarios republicanos están intencionalmente recortando centros de votación, equipos y reduciendo el número de días para la votación anticipada con el fin de crear cuellos de botella en las zonas urbanas, donde están las circunscripciones tradicionalmente demócratas (como Miami-Dade), de esta manera se reduce la votación demócrata y se manipula el resultado de la elección», indicó.

Pero descartan un escenario similar al del año 2000, cuando la elección entre Gore y Bush terminó en un recuento zanjado en los tribunales. Esta vez, «el resultado de la votación de Florida no importa. Es sobre todo un asunto local», concluyó Zelden.

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