Estados Unidos y los musulmanes
especiales
De haber sido latinoamericanos o europeos, probablemente nadie hubiera reparado si los autores del 11/S eran católicos, ateos o protestantes; en cambio al ser árabes se asumió que eran musulmanes y de esa manera, el ataque se inscribió en el supuesto “conflicto de civilizaciones” y la guerra contra el terrorismo devino conflicto con el islam con el cual, hasta la Guerra del Golfo y el 11/S Estados Unidos no había tenido una relación particularmente intensa.
Por una curiosa paradoja la primera relación oficial de los Estados Unidos con el Islam fue amistosa. La historia es más o menos así:
Desde tiempos remotos, piratas bereberes (musulmanes) operaron en el Mediterráneo y el Atlántico actuando desde bases en Túnez, Trípoli, Tánger, Argel y otros puertos de la llamada “Costa berberisca”. La actividad depredadora que incluía el ataque y saqueo de poblaciones costeras europeas y la captura de esclavos se prolongó hasta el siglo XIX. Esa presencia originó la expresión: “Moros en la costa”.
Crease o no, con aquella ralea suscribió Estados Unidos su primer acuerdo internacional, el Tratado de Trípoli de 1796, negociado bajo el segundo gobierno de George Washington y firmado en el de John Adams y que todavía levanta polémicas por la insólita alusión a que: “…El gobierno de los Estados Unidos de América no está fundado en ningún sentido en la religión cristiana…”
Lo espectacular es que según su costumbre de resolver los problemas con dinero, el tratado fue suscrito para, mediante el pago de tributos, exonerar las naves estadounidenses del ataque de los piratas bereberes. El artículo 11 de aquel documento no puede ser más amigable:
“Puesto que el gobierno de los Estados Unidos de América no está fundado en ningún sentido sobre la Religión Cristiana - dado que en sí mismo carece de rasgo alguno de enemistad hacia las leyes, religión o prosperidad de los musulmanes - y dado que los Estados mencionados nunca entraron en ninguna guerra o acto de hostilidad contra nación mahometana alguna, se declara por las partes que ningún pretexto derivado de las opiniones religiosas producirá nunca una interrupción de la armonía existente entre los dos países".
El asunto se complicó cuando en 1801 el pachá de Trípoli exigió un aumento de los tributos pagados por las naves norteamericanas. La demanda no sólo no fue aceptada sino que Estados Unidos, que ya comenzaba a comportarse como un imperio envío destacamentos navales, cercó, bombardeo y ocupó Trípoli y derrocó al pachá. Los nuevos gobernantes fueron obligados a suscribir otros tratados que pusieron fin a la piratería berberisca.
El tratado de 1796, molesto para algunos por la alusión a la religión cristiana, ha quedado como referencia citable para mostrar la buena fe de los Estados Unidos ante los musulmanes y el Islam. Quienes además de conocer esta historia están familiarizados con la invasión a México comprenderán por qué el himno de los marines comienza con:
“From the Halls of Montezuma/ To the shores of Tripoli/ We fight our countrys battles/ In the air on land and sea”. Es decir: “Desde el corredor de Montezuma hasta las costas de Trípoli, luchamos las batallas por nuestro país en aire mar y tierra…”
Otro momento de las relaciones de Estados Unidos con los musulmanes ocurrió en el contexto de la Primera Guerra Mundial. De eso les cuento luego. Allá nos vemos.
Añadir nuevo comentario