CRÓNICAS BIEN CORTAS: Despertar con Martí

Ella no nació en La Habana, es matancera y allá iba todos los años al desfile martiano con los niños de su escuela, llevaban flores blancas o libros del Maestro, una vez se disfrazaron de persobajes de La Edad de Oro.
El homenaje a Martí nunca faltó en su vida, pero a la marcha de las antorchas fue por primera vez este año.
 

«Mamá, le tengo que explicar a la profe que fui a la marcha, tenía que ir, porque era para rendirle tributo a José Martí. Y este año era muy importante, porque dos individuos le echaron sangre de cerdo en sus bustos, ¡había que reponderles!»

«Cansada, por supuesto, pero feliz, como quien ha hecho algo útil, justo, grande: fue mi primera vez desfilando con una antorcha en la mano. Sinceramente eso me gustó mucho».
 

«José Martí es nuestro Héroe Nacional, representa mucho a nuestra Patria. Y los niños cubanos debemos tener eso en cuenta siempre».
 

Esta mañana en casa no hablamos de otra cosa, Martí despertó en sus labios, ella saltó de la cama y Martí, el Hombre de la Edad de Oro, saltó desde su corazón para acompañarla a la escuela donde estudia música «sin que nos cueste nada mamá, gracias a hombres y mujeres como Martí»