Eficiencia: palabra clave en actuación histórica paralímpica

Eficiencia: palabra clave en actuación histórica paralímpica
Fecha de publicación: 
11 Septiembre 2012
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¿Coincidencias? Existen miles, incluso en el deporte… En Londres, de no haberse detectado el doping de la balista bielorrusa Nadzeya Ostapchuk, tanto la delegación olímpica como la paralímpica hubieran anclado en idénticos lugares 15, pero en definitiva Nueva Zelanda ascendió por intermedio de Valerie Adams y los antillanos recalaron en el puesto 16.

Pero sobre coincidencias no versa precisamente mi escrito de hoy… aunque la terminación de la palabra es totalmente idéntica e incluso tiene que ver con las recién finalizadas magnas citas del músculo. Hablaremos de eficiencia, palabra clave si se tiene en cuenta que en una cita marcada por récord de participación de 4 200 deportistas de 164 naciones y con solo 22 atletas en competencia, —recordemos que los yudocas Yarima Brooks (70 kg) y Víctor Luis Sánchez (66) no pasaron el exigente examen médico para constatar el grado de su discapacidad—, Cuba rubricó su mejor actuación histórica en estos certámenes con nueve títulos, cinco platas y tres bronces.

Sí, eficiencia porque solo Brasil (20-14-8), con un volumen mucho mayor de deportistas pudo superarnos en América Latina y el Caribe, porque 11 exponentes del campo y pista  conquistaron igual número de preseas (7-4-0) e impusieron cuatro primados universales para colocarse en el octavo lugar por naciones en esa disciplina. Yunidis 11.95 segundos en el hectómetro, 24.45 en los 200 metros y 55.72 en la vuelta al óvalo, mientras el discóbolo Leonardo Díaz hizo volar su implemento hasta los 44.63.

Porque las santiagueras Yunidis Castillos y Omara Durand son las más temidas de las pistas en el entorno paralímpico, capaces de tener un performance del 100 por ciento, en cinco modalidades en las cuales incursionaron ambas, (recordemos que por falta de quórum no se convocaron los 200 metros T-13 y Durand no pudo emular a su coterránea con la triple corona).

Eficiencia señores, porque en su estreno el nadador Lorenzo Pérez sacó del Centro Acuático una plata (50 metros libres) y un bronce (100), devolviendo esa disciplina al podio de premiaciones tras 20 años, pues justamente su mentor Ernesto Garrido se había proclamado subcampeón, ¿en que estilo? Para retomar coincidencias en los 50 libre.

Eficiencia porque el judo se consolidó como el segundo deporte que más medallas ha aportado en la historia del movimiento paralímpico cubano, gracias a los cetros de Jorge Hierrezuelo (90 kilogramos)y Dalidaivis Rodríguez (63).

Eficiencia sustentada en el hecho de que diez deportistas menos que en Beijing 2008, cuando concurrieron 32, defendieron esta vez el pabellón tricolor. ¡Y de qué manera!

Hago un paréntesis para hablar del humanismo, ese que desborda cada uno de los que de cierta manera tuvieron que ver con lo grandiosos de este resultado, mentores, médicos, fisioterapeutas, psicólogos, familiares, pueblo.

Humanismo que caracteriza a nuestra Revolución, capaz de darles la posibilidad a estas personas de erigirse gigantes, de prepararlos para la vida, de forjar su estirpe.

Retomemos entonces nuestra palabra clave: eficiencia, porque hoy llegarán triunfantes a la patria y en el horizonte de sus mentes ya está grabado Río de Janeiro 2016.

Cuatro años de espera, digo de intenso trabajo y bregar en pos de otro performance excelso, ojalá matizado por otra dosis de eficiencia.

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