Cuba, territorio libre de neoliberalismo
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Para la isla inició el 2019 con un devastador tornado que dañó viviendas, hospitales, templos, escuelas y centros productivos en cinco municipios de La Habana.
Empezaba además un año en el que Estados Unidos escaló su espiral de agresiones contra la isla, con saña redoblada, medidas de hostilidad inéditas y escollos que parecían insalvables para la pequeña y vecina ínsula caribeña.
Se cancelaron, restringieron o prohibieron, cruceros, vuelos, remesas, servicios médicos, financiamientos, transportación de combustible y seguros.
Las cortes federales se abrieron para recibir querellas contra Cuba y empresas de terceros países al activarse el III Capítulo de la Ley Helms-Burton.
La Casa Blanca amplió sustantivamente la lista negra de empresas cubanas a las que impide tener nexos con firmas extranjeras, no solo estadounidenses.
Como promedio Washington dispuso una medida anticubana semanal. Todo ello tiene un costo por cuantificar.
El bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos se reafirmó como el principal obstáculo al desarrollo de Cuba, incluso cuando provocó desabastecimiento de combustible por lo que hubo que detener actividades productivas, ralentizar otras y realizar ajustes que incluyeron el aseguramiento de los servicios básicos a la población.
Ocurrió entre octubre y noviembre cuando se intensificó la persecusión contra navieras y empresas aseguradoras de los embarques de crudo.
La población cubana fue informada por el presidente Miguel DÍaz-Canel y varios ministros en comparecencias televisivas. Junto a las medidas gubernamentales para afrontar la coyuntura energética estuvo la participación del pueblo incluso con propuestas e iniciativas a nivel local.
El presidente Miguel Díaz-Canel comentó que en otras latitudes las primera decisiones de gobierno neoliberales habrían sido los despidos, aumento del precio de combustibles, alimentos y otros rubros y servicios.
No hay que olvidar que la chispa del estallido social en Chile fue la decisión del gobierno de Sebastián Piñera de aumentar el cobro del Metro.
Colombia vivió una explosión social por el hartazgo ante reformas neoliberales y los crímenes contra activistas políticos, campesinos y por los derechos humanos.
La represión siguió a las protestas populares en esos países, con el silencio cómplice de la Organización de Estados Americanos.
Mientras tanto, Cuba restañaba los daños del tornado, embellecía su capital en sus 500 años, y sorteaba las trabas que constantemente aparecían desde Washington, las cuales retardan los avances y perjudican la eficiencia de los esfuerzos de los cubanos.
Pese a tales limitaciones fueron edificadas con esfuerzos propios, subsidios y por el Estado 43 mil 700 viviendas, 10 mil más de las planificadas para enfrentar uno de los problemas más acuciantes para la población.
En el 2019 comenzaron a cosecharse importantes inversiones en el transporte terrestre y ferroviario, con la incorporación de cientos de unidades y rehabilitación de terminales.
Los empleados del sector presupuestado vieron incrementarse sus salarios hasta tres veces y también fueron beneficiadas jubilaciones y pensiones. Ello favoreció, entre otras cosas, la reincorporación de casi 13 mil maestros a las aulas.
El bloqueo no impidió la extensión y profundización de los servicios de telefonía y acceso a Internet.
Siete millones 300 mil líneas telefónicas, de ellas seis millones para teléfonos móviles y más de tres millones de usuarios utilizando tecnología de 3G y 4G, marcaron avances hacia una mayor informatización de la sociedad.
Estados Unidos fue con todo contra la actividad turística, el sector más golpeado por su política de cerco. Más de cuatro millones de visitantes llegaron en el año y se estrenaron tres mil 855 nuevas habitaciones.
En la Zona Especial de Desarrollo Mariel (en el occidente) ya funcionan plantas industriales que fabrican productos cubanos necesarios para el mercado interno y con posibilidades de exportación.
Allí hay comprometidos más de dos mil millones de dólares en inversión nacional y sobre todo extranjera.
Resultan apenas pinceladas de todo lo que hizo el país en condiciones extremas de acoso, con paz ciudadana y unidad nacional en torno al propósito compartido de construir un socialismo a lo cubano, próspero, sostenible, independiente y libre de neoliberalismo.
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