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Márquez surge entre una inigualable combinación de letras, y despierta la admiración incalculable que siento. Sus libros no son solamente los mejores que he leído, sino también las mejores lecciones. Jamás me siento lo suficiente capacitada para halagar a Márquez, jamás cabe sobre el papel lo que pudiese decir sobre él: todo me parece poco, no importa cuanto abarque, nada describe la ruptura poco convencional que me provocan todos sus textos; siempre sobrevuelan, incluso la expectativas intrazables, en infinitos sentidos. <br />Actualmente "La mala hora" capta mi atención, apenas me adentro en ella y ya promete un peligroso final, precedido por una maravillosa estratagema de vivencias, la mayoría de las veces increíbles, que cabalgan hacia esa aún desconocida alma, hacia esa esencia humana, con gamas de fragilidad, equivocación, miedos y convicciones que nos hacen cada día vivir de la manera exclusiva que nos define como únicos, pero pertenecientes a una especie que siente en común.<br />2013