Sin estadísticas: Racismo galopante en el Imperio
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Según el secretario de Estado Mike Pompeo, lo que ocurre hoy, por causa del racismo en Estados Unidos, es una muestra de la "fortaleza de su democracia".·
El regreso con más vigor a las manifestaciones antirracistas en Estados Unidos no es más que la confirmación que el mal sigue enraizado en la “cultura” blanca norteamericana, cuestión que se agudiza con el padre de los supremacistas blancos en el poder, y agravada durante los dos mandatos de un mandatario afroamericano que sólo implicó un cambio de imagen que el establishment dominante consideró necesario hacer, lo cual hace mérito a la burla de algunos politólogos de que “Obama es un blanco que tomó mucho sol”.
Lo novedoso de estos días es que han sido sostenidas las manifestaciones en repudio a los más recientes abusos y crímenes policiales contra la población negra, hecho que, y llama la atención, no son recogidos fielmente en las estadísticas de una nación que se destaca precisamente por su conteo, recolección y archivo en ese sentido, independientemente del sesgo que le dé.
Las protestas se han extendido a una treintena de los puertos de la costa oeste norteamericana, con obreros encabezando las manifestaciones, en lo que se destacó la solidaridad con sus compañeros negros.
Volúmenes habría que escribir sobre el racismo en el centro vital del imperialismo norteamericano, porque este abarca el horizonte mundial donde se desenvuelve.
Basta decir que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) no lleva un conteo de las muertes a manos de la policía -y de sus abusos menos-, escudándose en frases acerca de fallecimientos en el curso de acontecimientos. Nada acerca de los afroamericanos desarmados que fueron muertos por los denominados agentes del orden, quienes actúan sin ley en la desigual y abusiva sociedad estadounidense.
Esto de que un policía blanco mate a un negro desarmado, a balazos, golpes o por asfixia, como ocurrió con George Floyd –todo un asesinato- no es algo nuevo, sino repetitivo, y que numerosas veces han causado el resquemor y la violencia de los afronorteamericanos contra el sistema, a lo cual se le han unido ahora otras etnias de la sociedad.
No solo los negros han sido, son, allí discriminado, sino también todas las demás razas consideradas inferiores dentro y fuera de Estados Unidos.
Pero solo ocupémonos del matiz negro, ya de por sí extenso, que habrá tiempo por las repeticiones y actualidad de escribir sobre los otros.
RACISMO DOCUMENTADO
A pesar de la falta de la ausencia de cifras oficiales sobre hechos actuales, el racismo en Estados Unidos es uno de los más documentados en la historia contemporánea.
El etnocentrismo ha afectado a la humanidad desde la más remota antigüedad, y Hollywood y la industria estadounidense del cine y la posición de afamadas estrellas han sido algunos de los medios que han dado difusión sutil o abierta de este fenómeno (¿Recuerdan 12 hombres en pugna? ¿Y las protestas de Frank Sinatra por la discriminación contra su amigo negro, el también cantante Sammy Davis junior?).
Este prejuicio se ha manifestado principalmente por los blancos anglosajones y estadounidenses de nacimiento contra los afroamericanos. Después de su liberación durante la guerra civil por Abraham Lincoln, los estados del sur, resentidos por su derrota, sancionaron una variedad de leyes para discriminar a ciudadanos negros. Este fenómeno se conoce como la "reconstrucción". Fue tan intenso y extenso que al final de 1877 y con la elección de Rutherford B. Hayes como el decimonoveno presidente, la discriminación se extendió a los estados del norte que inicialmente no la tuvieron, a tal punto que a comienzos del siglo XX se podía ver la severidad del racismo en lugares como Nueva York, Boston, Detroit y Chicago.
Han existido casos que vieron la luz, aunque muchos se ocultaron y solo trascendió por un tiempo, como el linchamiento o incineración de negros por sectas como el Ku Klux Klan. Otro caso brutal fue el de Medrar Ebert, quien fue asesinado en la madrugada de junio de 1963 por Byron de La Beckwith, juzgado dos veces sin éxito, y que solo fue condenado en 1994. Como los estados no podían eliminar los derechos de los negros, que son garantizados en la Constitución, se usó en su reemplazo la "segregación", la cual fue legal por muchos años bajo la idea de "Separados pero Iguales", con la hipocresía de que mientras las oportunidades que eran otorgadas fueran iguales para ambas razas, esto era legal.
La realidad era que las oportunidades educativas, de empleo, de vivienda, y económicas no eran iguales; por ejemplo, escuelas públicas de blancos recibían más dinero y nuevos útiles, mientras las escuelas de negros, el mínimo posible.
No hace mucho recordé en un artículo el caso de la cantante negra Bessie Smith, quien fue víctima de un accidente automovilístico. La ambulancia con ella, había recorrido todos los hospitales de Mississippi en busca de transfusión de sangre. En ninguno la dejaron entrar: eran "hospitales para blancos". Bessie Smith se desangró en la camilla, falleciendo producto de esta segregación "legal". Este hecho y otros muchos dieron origen posteriormente al movimiento de igualdad de derechos de los negros liderados por Martin Luther King.
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