Perú de una emergencia a otra

Buscando una respuesta poética a lo que sucede para suavizar un poco el entendimiento, el azar recurrente se muestra caprichoso con Perú, que desde hace meses vive jornadas intensas de política alocada, efervescencia callejera en reclamo a sus derechos, y, ahora, como si no bastara, del cielo le caen lluvias intensas, como para limpiar tanto desastre, pero no, solo consigue empeorar la situación de los más desfavorecidos.

El caos pocas veces es parejo. Puede que la situación por las inclemencias del tiempo generadas por el ciclón Yaku llegara a todos en la zona del litoral norte, sin embargo, es sabido que sus efectos serán muy marcados para los pobres, quienes casi nunca logran recuperarse.

Que el gobierno de Dina Boluarte reconozca el déficit para controlar la emergencia climática solo demuestra la desolación de su gestión que no alcanza para aunar fuerzas y enfrentar imprevistos, como esta contingencia. Solo le bastó un recorrido por el norte peruano para entender que las inundaciones y los deslizamientos de tierra, provocados por las intensas lluvias, son más preocupantes de lo que pensaba.

No vale solo decir que el fenómeno fue previsto hace varias semanas si ni siquiera así Perú puede acompañar con acciones a su pueblo en la calamidad. ¿A dónde se van los fondos públicos que no alcanzan para momentos como este? Un Estado sin medios para atender desastres así quiere decir que está mal administrado, que tiene fugas por algún lado.

Víctimas mortales, damnificados, desaparecidos, heridos, calles desbordadas y ríos crecidos que provocaron importantes daños en viviendas, carreteras y la agricultura, es el saldo hasta ahora. El pronóstico favorece que se mantengan las condiciones climatológicas de lluvias intensas, incluso nieve y granizo. No obstante, de acuerdo con los reportes, no solo existe déficit de equipamiento, también incide el estado de las estructuras civiles sin condiciones para soportar fuertes precipitaciones, lo cual aumenta el riesgo de derrumbes.

Aunque el gobierno ofreció ayuda de alimentos y útiles de limpieza, de conjunto con el sector privado, no es suficiente. Y con este escenario empeora más el futuro político de Perú que se desenvuelve en un contexto de inseguridad y descontento social.