Muertes en USA: Era de los tiroteos masivos, suicidios y sobredosis

Sin dudas, Estados Unidos es un país de records de cualquier especie y hasta en eso, por muy negativo que sea, el “establishment” y su propaganda controlada sacan “lascas”.

Aunque se dice que lo ocurrido este sábado 14 de mayo en un mercado popular de Búfalo, fue un tiroteo, lo cierto es que fue un asesinato masivo perpetrado por un joven blanco que disparó contra los presentes en el lugar, matando a diez personas, ocho de ellas negras, e hiriendo a 13, en su mayoría también afroamericanas, según cifras preliminares de Microsoft News.

El asesino llevaba en su cuerpo una cámara que grabó y reprodujo en vivo el alevoso hecho, producto de una sociedad enferma que pretende en este 2022 romper el record negativo en ese aspecto, establecido hace dos años, en el 2020, que fue de 19 350 muertes, un 35% más respecto a 2019 y el nivel más alto en el último cuarto de siglo.

En los minutos y horas posteriores al tiroteo, circularon en las redes sociales horribles videos e imágenes con insultos raciales en el cañón de su arma, según The New York Times.

El representante Brian Higas calificó el evento en Búfalo como “una terrible tragedia para la ciudad”. Dijo que el tiroteo era parte de un problema nacional: “Cuando tienes rifles de asalto en posesión de las personas equivocadas, suceden este tipo de cosas”.

Stephen Bolonga, el agente especial a cargo de la oficina de campo del Buró Federal de investigaciones (FBI), dijo que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley estaban investigando el tiroteo como un crimen de odio y un caso de extremismo violento por motivos raciales.

Los asesinatos con armas de fuego subieron un 40% entre personas de 10 a 24 años de edad, las víctimas son mayoritariamente afroamericanas. De hecho, una persona de color tiene cuatro veces más posibilidades de ser asesinada que el resto de la población. Y 12 veces más si la comparación se hace con una persona de raza blanca.

Y si hay que hablar de suicidios, 24 000 personas se quitaron la vida con un arma de fuego en el 2020, una cifra que The Gun Violence Archive eleva a 24 100 en el 2021.

A veces, más bien siempre, se dice que “preocupa especialmente”, pero nada más se hace en relación a la violencia armada y los suicidios, como tampoco en el caso de las muertes por sobredosis, que también estableció marca negativa con 107 622 en el 2021, un aumento de entre 14% y 15% con respecto al año anterior.

Lo cierto es que el 79% de los homicidios y el 53% de los suicidios en el 2020 en el país se produjeron con armas de fuego, cuyas heridas están consideradas un grave problema de salud pública en EE.UU.

Al ser tratado como un problema de salud pública, hay una serie de medidas y políticas preventivas para tratar de reducir el problema, como promover programas sociales que permitan aplacar la violencia en los diferentes estados del país.

Durante 2021, Estados Unidos registró 688 tiroteos masivos y 20 600 muertes por armas de fuego, el año más mortífero en los últimos siete.

El aumento es en parte consecuencia de un momento de enojo y frustración en la sociedad estadounidense, y los delitos tienden a ocurrir en oleadas. El aumento de tiroteos no ha generado cambios legislativos, algo que no extraña, porque hay mucho dinero que ganan los “lobbistas” (Biden fue uno de ellos) para evitar que se sancionen o pongan algún freno a la masiva venta de armas a la población. No crea mucho eso que dicen a veces que el actual mandatario ya era desde que era vicepresidente de Obama un fiel defensor de la limitación de venta de armas de fuego.

ACCIONES QUE NO SE PRODUCEN

Los aumentos en las tasas de homicidio y las de suicidio con armas de fuego han ampliado las disparidades y aumentado la urgencia de las acciones que pueden tener beneficios inmediatos y duraderos, pero éstas no se producen. Las estadísticas del 2020 revelan que el 79% de los homicidios y el 53% de los suicidios se produjeron con armas de fuego, lo cual es algo más alto que durante los cinco años anteriores.

Una encuesta realizada a más de mil médicos de consultas particulares revela que el 46%, afirmó no haber recibido formación en materia de seguridad de las armas de fuego, y cerca de dos tercios, el 68%, no se sentían capacitados para hablar sobre los dispositivos de almacenamiento seguro.

El aumento de la tasa de homicidios en Estados Unidos es una amenaza preocupante para la salud pública del país, pero no es sorprendente, según declaró a CNN el Dr. Georges Benjamín, director ejecutivo de la Asociación Estadounidense de Salud Pública.

Así, impulsadas por la violencia con armas de fuego, ciudades de EE.UU. rompen récords de homicidios, aumento que se ha producido de forma paralela al incremento de la violencia general, el odio, las tensiones, las divisiones políticas y la ira que muestran las comunidades de todo el país, algo que se puede ver literalmente en las reuniones de los consejos escolares y en los actos públicos.

O sea, como se ha dicho muchas veces, en el país más rico del mundo, pero con grandes desproporciones en los ingresos individuales, la gente parece paranoica, y más cuando se pierde el trabajo, recursos y la salud, y acude a las armas.

Por ello no es extraño que el 77% de los homicidios reportados en el 2020 fueron cometidos con un arma, frente al 74% en el 2019. No hay una base de datos federal de ventas de armas, pero otros estudios independientes encontraron que las ventas se dispararon durante la pandemia de COVID-19.

Y, precisamente, este es el punto que muchos eluden, desde el presidente hasta el último de los funcionarios que tienen que ver con la cuestión, porque sigue predominando el afán de ganancias instituido por unos halcones como De Santis, quien promete que Florida permitirá que las personas porten armas de fuego sin permisos "antes de que deje de ser gobernador".