Fútbol soccer: Donde no cuenta la salud
especiales
Rodrygo y Pau Cubarsí luchan por ganar la posesión. Foto: LaPresse
El deporte más extendido y practicado en el mundo, que logra paralizar en determinados momentos a naciones enteras, el fútbol, en su modalidad soccer (suave, blando) y no el rugby, más violento, ha sido utilizado algunas veces por regímenes impopulares para granjearse la simpatía del pueblo, como cuando Argentina ganó el Campeonato Mundial en 1976, o cuando Mauricio Macri, también en Argentina, aprovechó su condición de presidente del equipo Boca Juniors, con el fin de aprovechar las simpatías del conjunto en la obtención de votos para ascender a la primera magistratura.
Todos conocemos como endeudó hasta el tuétano a la nación suramericana.
Pero no solo ocurre en Argentina, sino en otras naciones con regímenes que logran utilizar ocasionalmente al fútbol para disminuir protestas en su contra.
Esta cuestión tiene muchas aristas y no siempre se trata acerca de gobiernos que aprovechan la popularidad del fútbol para esconder o maquillar sus maldades.
FUEGO FATUO
Así, por ejemplo, hasta locutores cubanos que tratan de narrar fútbol y apenas pueden disimular sus preferencias, llegan a emitir opiniones sobre cuestiones nada claras ni para los más entendidos acerca de determinados partidos de interés general, como el más reciente denominado clásico español entre el campeón de la pasada liga, Barcelona, y el líder de la actual, Real Madrid, con victoria para el llamado equipo merengue o blanco, que lo lleva casi a obtener el título en esta campaña.
Se habla de videos que muestran tales o más cuales cosas que desentonan contra el arbitraje, señalándolas como favorables al Madrid, sin pruebas fehacientes al respecto, porque la Liga Española no ha invertido el suficiente dinero para obtener medios técnicos -que si los tienen otras naciones de Europa- para poder determinar la veracidad en jugadas controvertidas.
LO MÁS IMPORTANTE
Pero, realmente, esto no es lo más importante y tiende a desviar lo que desde hace mucho debe de ser atendido en aras de la salud de los deportistas -lo primordial- y que no tiene explicación por las pérdidas millonarias que eso causa a diferentes clubes:
El arbitraje ausente ante las entradas violentas que a veces no son cantadas o simplemente amonestadas, lo cual invita a la repetición traumática.
Recuerdo que Vicente Santiago, un cubano que llegó a jugar en la Segunda División del fútbol español, el Mejor en Cuba en 1954, introductor de ese deporte en Jatibonico y cuyo nombre lleva el muy buen terreno local (Milton Díaz Canter dijo que sólo lo superaban los de La Tropical y La Polar, en La Habana), explicaba cómo se podía sacar del juego a un futbolista contrario solo con golpearlo cuatro o cinco veces en una parte del pie, burlando la vigilancia arbitral. El propio Santi tuvo que abandonar el fútbol, cuando, sin tener balón, sufrió una embestida por detrás en Santa Cruz del Sur, que le rompió el Talón de Aquiles. No hubo amonestación.
Como tampoco hubo amonestación ni se paró el juego, cuando el delantero francés Giroud atacó por detrás a un defensor camerunés dejándolo tirado en el césped, durante el Campeonato Mundial de Fútbol en Sudáfrica. El africano tuvo que ser sacado en camilla con una lesión en la columna vertebral.
Para finalizar quisiera recordar lo que le pasó al Real Madrid hace unos años, cuando se presentó a jugar un torneo “amistoso” con el Barcelona y dos equipos ingleses en Estados Unidos.
El Madrid, imprudentemente, estreno allí a los cuatro jugadores recién contratados, tres de los cuales fueron lesionados seriamente por sus iguales británicos. Uno de ellos era Eder Hazard, considerado el séptimo futbolista a nivel mundial, quien luego no fue la sombra de lo que había sido. Los otro dos eran Mendy y Militao. Uno del equipo regular y estrella en ciernes, Asensio, ESTUVO MÁS DE OCHO MESES SIN PODER JUGAR.
Simplemente, los árbitros habían “dejado jugar” , en aras de “no dañar el espectáculo”.
Añadir nuevo comentario