El ataque a Batabanó por Antonio Maceo
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Foto tomada de internet
Poco conocido es que el 13 de marzo de 1896 tropas mambisas se hicieron, durante horas, del control de Batabanó, comarca próxima a La Habana con un importante puerto. La acción estuvo comandada por el lugarteniente general Antonio Maceo.
Tras el triunfo de la invasión a Occidente, culminada por Máximo Gómez y Maceo en enero de 1896, hubiera sido aconsejable que las fuerzas insurrectas se dedicaran a consolidar bases en los territorios dominados. Ello hubiera sido lógico desde una perspectiva militar de academia.
Sin embargo, para el Ejército Libertador y sus jefes, entrenados en la guerra irregular, la concepción más apropiada era mantenerse activos, no dar oportunidad a las tropas colonialistas de tomar la ofensiva. En tal sentido, el general José Miró Argenter, cronista de la campaña de Maceo, explicó que este trazó un plan que perseguía, además, desacreditar a Valeriano Weyler, quien sustituía a Arsenio Martínez Campos al frente de Cuba.
Después de abrazarse por última vez el 10 de marzo en Galeón, Matanzas, el Generalísimo marcharía a Las Villas y el Titán de Bronce retornaría a Pinar del Río. Maceo le habría dicho a uno de los ayudantes del dominicano:
—Cuide bien al viejo. ¡Nadie como él defiende la bandera!
Por esos días, la columna del héroe de Baraguá se alimentaba de caña de azúcar y mazorcas de maíz, según recoge la Historia, y un botín de papas, adquirido de regreso a Güines, fue considerado un manjar suculento.
Fue en ese trayecto hacia Pinar del Río en que se produjo el ataque a Batabanó. Este poblado costero, unos 50 kilómetros al sur de La Habana, mantenía comunicación a través del ferrocarril con la capital y, mediante embarcaciones, con otros puertos de la Isla. Su cercanía a La Habana impediría que la propaganda española lograra ocultar los hechos, en momentos en que el poder colonial había declarado, falsamente, que la región occidental había sido pacificada y que ni Gómez ni Maceo se encontraban en ella.
La irrupción a Batabanó comenzó avanzada la noche del 13 de marzo. Así lo planeó el Titán de Bronces, con el propósito de que los españoles no pudieran recibir refuerzos inmediatamente. Combatientes de Oriente, Pinar del Río, Matanzas y zonas aledañas a La Habana participaban en la toma, a las órdenes directas del lugarteniente general.
Después de aprovisionarse, la tropa mambisa reemprendió su camino a Pinar. No era intención permanecer en Batabanó. Aun así, la operación cumplió el objetivo de inquietar al recién llegado Weyler.
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