Bosques en la Antártida

Nadie que piense en la Antártida lo visualiza de otro modo que con mucho hielo, blanco y solitario. Sin embargo, el continente más austral de la Tierra pudo haber tenido grandes formaciones boscosas; muy distinto del panorama actual con temperaturas de casi 90 grados bajo cero, y nada de árboles.

Recordemos que se ubica en el hemisferio sur, es el cuarto continente más grande de todos, aunque el 98 por ciento de su superficie está helada, y es uno de los lugares del planeta menos conocido porque allí el escenario es muy adverso y las investigaciones se realizan con demora. Por esas mismas condiciones fue el último territorio descubierto y colonizado.

En la Antártida se dificulta la vida porque es el sitio más frío, seco y ventoso que existe en el mundo. Se trata de un desierto, a penas llueve, y es muy escasa su flora y su fauna. No obstante de su ambiente hostil, muchos científicos se empeñan en permanecer para realizar sus exploraciones, además de alrededor de una centena de residentes flotantes, sobre todo provenientes de antiguos asentamientos balleneros.

De acuerdo con la ciencia, se presume que hace 260 millones de años la Antártida contó con características diferentes por completo: era cálido y húmedo. Expertos que allí radican encontraron evidencias de un bosque, y, por tanto, se cree que existió abundante vegetación.

El hallazgo ocurrió hace unos años atrás y fue posible recopilar fragmentos de árboles de varias especies, probablemente adaptadas a condiciones variables como oscuridad total durante el invierno y luego lo contrario. De igual forma, los científicos a cargo aseguraron la existencia de una formación boscosa distinta a lo que hoy conocemos porque hace 251 millones de años, cuando acabó el periodo Pérmico por la extinción del 90 por ciento de las especies, los bosques contaban con otro tipo de vegetación.

Se especula que la Antártida de antaño pudo tener nieve gran parte del año, excepto en verano, y que quizás se parecía a lo que hoy es Siberia, y el bosque boreal, ambos con condiciones difíciles. No obstante, eso nunca lo sabremos con certeza, como tampoco podremos afirmar qué provocó su extinción.

Por su contexto tan engorroso, la Antártida no ha podido ser explorado totalmente.