Apatía en presidenciales de Costa Rica: Vence el derechista Rodrigo Chaves
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El presidente electo de Costa Rica, Rodrigo Chaves, celebra los resultados de las elecciones junto a sus seguidores, este domingo.STRINGER (REUTERS)
El derechista Rodrigo Chaves, con poca experiencia política, se convertirá el 8 de mayo en el próximo presidente de Costa Rica, luego de vencer este domingo en segunda vuelta con más de cinco puntos de ventaja, al centroderechista expresidente José María Figueres, quien aceptó la derrota en un evento que se caracterizó por la apatía y el descontento, traducidos en el 42,8 de abstención, todo un record desde los comicios de 1940, con apenas dos incidentes aislados y personales de desacato en la nación.
Chaves logró el 52,9% de los votos, frente a un 47,1% de Figueres, ambos defensores del neoliberalismo, entronizado severamente por el saliente mandatario, Carlos Alvarado, quien se decía socialdemócrata y hasta en un primer momento socialista.
El presidente electo, un economista de 60 años, ha sido cuestionado tras una sanción por acoso sexual cuando trabajaba en el Banco Mundial.
Ambos candidatos fueron los más votados de los 25 que se presentaron en la primera vuelta. Tanto Chaves como Figures aseguraron que su eje es la economía, aunque en la campaña electoral hubo más acusaciones que propuestas.
Es de señalar que Rodrigo Chaves tendrá ante sí graves problemáticas que está viviendo el país, con una pobreza que afecta al 23% de los habitantes del territorio nacional, que sufrió una de las mayores caídas de empleo en la región entre el 2019 y el 2020. Su deuda equivale al 70% de su Producto Interno Bruto.
Unos 3,5 millones de los cinco millones de habitantes estuvieron habilitados para votar. En este país sin Fuerzas Armadas desde 1948 -por decisión de José “Pepe Cachucha” Figueres, padre del candidato derrotado- el transporte y distribución del material electoral estuvo a cargo de ciudadanos voluntarios acreditados ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
Chaves, del partido Progreso Social Democrático, ha propuesto reducir el tamaño del Estado (léase más privatización), reducir cargas sociales y trabas a la inversión y emprendimiento, pero su mensaje se ha concentrado en prometer una lucha frontal contra la corrupción, de la que culpa a los partidos tradicionales como el Partido Liberación Nacional (PLN), al que pertenece su rival.
También tuvo roces con la prensa, a la que acusó de ser parcializada, luego de que varios medios publicaran informaciones acerca de las denuncias de acoso sexual y posibles estructuras paralelas en el financiamiento de su campaña.
DESCONTENTO POPULAR
La etapa comicial se desarrolló en medio del descontento popular con la clase política dominante.
Ambos candidatos se han visto perjudicados por escándalos, lo que contribuyó a que la primera vuelta de las elecciones, realizada en febrero, registrase poca participación.
Solo uno de cada cuatro electores inscritos votó por uno de los dos candidatos que se presentaron este domingo, lo que ha fragmentado el sistema de partidos que ha mantenido a Costa Rica al margen de las convulsiones políticas de Centroamérica, pero que ha llegado a ser considerado por la mayoría de los ciudadanos como corrupto y alejado de los problemas cotidianos de la gente.
Chaves, como mencionamos, se ha visto envuelto en un escándalo de financiamiento de la campaña, y ha luchado por minimizar y tergiversar una investigación del Banco Mundial sobre acoso sexual en su contra. Figueres ha tenido dificultades para librarse de las acusaciones de corrupción que se remontan a su primera presidencia en la década de 1990.
Pero Figueres ha sido incapaz de distanciarse de sus propias acusaciones de corrupción, relacionadas con los honorarios de consultoría que recibió de una empresa francesa de telecomunicaciones, tras finalizar su primer mandato presidencial en 1998.
Figueres negó haber dado un trato preferente a la empresa durante su presidencia, y los fiscales que investigaron los pagos, que se produjeron entre 2000 y 2003, no presentaron cargos. Sin embargo, la decisión de Figueres de esperar los resultados de la investigación en Europa, donde vivía en ese momento, dejó una impresión duradera de mala conducta entre muchos costarricenses.
“Los costarricenses se están alejando de sus partidos políticos”, dijo James Bosworth, fundador de la consultora política Hxagon, centrada en América Latina. El país, dijo, “va a tener dificultades para resolver sus desafíos sin ese sistema político fuerte”, a lo cual se deberá añadir “con el neoliberalismo galopante que padece”.
Esos desafíos incluyen la financiación del gran sector público de Costa Rica, así como los compromisos de gasto social del país, la reactivación tras la pandemia de su economía dependiente de los servicios y la protección de su prístino medio ambiente frente a los efectos del cambio climático.
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