“Apapipios” contra Venezuela
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Sí, de “apapipios” se puede calificar a todos esos entes subordinados a la política entronizada por Donald Trump para hacer sucumbir, por la fuerza o no, a la Revolución Bolivariana de Venezuela.
Asistía hace unas ahora a la alegría sin tapujos mostrada por el franquista y derechista diario español ABC, al aplaudir lo que calificó de efectividad de las decisiones del mandatario norteamericano para que el gobierno de Caracas no tenga acceso a la gasolina, y acogía, también jubilosamente, lo que denominó de cercanía de grandes decisiones del Imperio para hacer sucumbir el proceso bolivariano.
Todo se lleva a cabo en un momento en que se necesita solidaridad internacional, independientemente de las diferencias ideológicas, para luchar contra la creciente pandemia del coronavirus, cuyo epicentro principal está en Estados Unidos y que Caracas ha estado enfrentando con éxito, a pesar de las sanciones y el bloqueo de EE.UU.
Asimismo, se lleva a cabo la concertación de organizaciones mal llamada no gubernamentales para arremeter contra el presidente Nicolás Maduro, en la que lleva la voz cantante Human Right Watch, de factura internacional, y las locales Cofa Vic, Provea y Foro Penal Venezolano.
No es de extrañar que dichas organizaciones han servido de pivote para dinamizar el expediente de Venezuela en relación al tema de los derechos humanos. La imagen de democracia, tal como la concibe el Departamento de Estado con calidad de exportación, es el molde usado por esas ONGs que cumplen un papel específico como recurso asimétrico: la construcción del relato de Estado fallido en Venezuela, sobre todo desde las guarimbas del 2014.
Estos agentes del enemigo forman parte de la guerra sucia, que apunta a hacer creer a la sociedad la existencia de un chavismo como aupado de crímenes "humanitarios".
En una nota anterior de la revolucionaria Misión Verdad se ha explicado en profundidad los esquemas de operatividad de esas organizaciones en la guerra asimétrica contra Venezuela para hacer caer al gobierno.
Provea es una de las ONG con mayor exposición mediática. Financiada por Open Society Foundations (del sicario financiero George Soros) y otras instituciones como la Fundación Ford y la embajada británica, es una de las organizaciones que más se ha esforzado en defender la sedición de la extrema derecha.
El Foro Penal Venezolano, financiado y amasado por el centro de adiestramiento Freedom House (cuya fundación estuvo a cargo de la familia del presidente Roosevelt hace 75 años), trabaja codo a codo con los opositores renuentes al diálogo, con el argumento de los "presos políticos".
En el mismo campo operativo, Cofa Vic en sus inicios se promovió como una organización que luchaba genuinamente contra la impunidad que derivó de la masacre durante los días del Caracazo (1989). Hoy recibe financiamiento de la ONU, la Usaid la Fundación Konrad Adenauer (vinculada directamente con el partido Primero Justicia y caballo de Troya de la OTAN para América Latina).
Todas responden, aunque no directamente, al Departamento de Estado norteamericano, destacando que, de las ONG locales, la que posee un vínculo directo con la globalizada Human Right Watch (HRW) es Provea. Los informes anuales en materia de derechos humanos, capítulos relativos a Venezuela, se basan en los informes y testimonios recopilados por Provea.
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