AMLO, altruista; Vargas Llosa, tarifado
Montaje fotográfico de Manuel López Obrador y Mario Vargas Llosa.
Tal como hizo sin éxito con Trump, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), acaba de pedir a Biden una actitud humanitaria hacia Julian Assange, fundador de Wikileaks, al tiempo que reiteraba su deseo de ofrecerle asilo al destacado periodista australiano, hoy preso en Gran Bretaña y con posibilidades de ser extraditado a Estados Unidos, donde pudiera ser condenado a muerte o a una larga pena de prisión, por hacer público crímenes del Imperio.
"Hemos fijado nuestra postura y estamos dispuestos a ofrecer asilo a Assange en México. Consideramos que el gobierno de EE.UU. debe actuar con humanismo. Assange está enfermo y sería una muestra de solidaridad, de fraternidad, el permitirle que recibiera asilo en el país que Assange resolviera vivir, incluido México", aseguró el mandatario mexicano., quien aseguró que "no representa ningún peligro Assange en México".
La honesta actitud de AMLO contrasta con el mar de odio que acompaña a la figura del peruano Mario Vargas Llosa, tan buen escritor como mal propagandista contra ante los pueblos de una Latinoamérica cada vez más desigual.
Las diatribas del malvado intelectual ante los avances de una izquierda a la que una vez aparentó pertenecer en el continente, fueron señaladas por el mandatario mexicano.
ESLOGAN MERCENARIO
“La Derecha es la Libertad-La Izquierda es el Comunismo”, ha repetido como papagayo el representante de la elite económica, quien ya había apoyado a López Zedillo en México, roto lanzas junto a su otrora enemiga Keiko Fujimori en Perú y más recientemente con José Antonio Kast, totalitario, pinochetista y fascista, en Chile.
AMLO señaló que una vez más Vargas Llosa se mostró tal como es, y celebró lo que el tarifado deploró: la victoria de candidatos progresistas en Perú y Chile, además de la permanencia de López Obrador en la presidencia de México.
En este contexto, la periodista chilena Sabina Berman preguntó: “¿Dónde se jodió Vargas Llosa?”, inquiriendo acerca de qué hizo cambiar al escritor.
Lo cierto es que ello fue mucho antes de lo que algunos se imaginan, llevando a pensar en sus vínculos con la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, a la que se adhirió probablemente de la mano de agentes cubanos de la CIA con residencia en España.
Es notoria su presencia en cada reunión contrarrevolucionaria en Miami junto a ex presidentes o aspirantes a gobernar a Latinoamérica al compás de la música imperial, al tiempo que ahora levanta protesta de muchos intelectuales por su ingreso en la Academia Francesa de la lengua, a causa de su posición política de extrema derecha.
INCOMPRENSIBLE
En una misiva publicada en el diario Libération, los firmantes expresan su "estupefacción" por la inclusión del Nobel de Literatura del 2010 en el selecto grupo de "los inmortales", que deben velar por el lenguaje francés.
"Esta decisión presenta graves problemas éticos", indican los intelectuales, quienes recuerdan el reciente apoyo de Vargas Llosa al candidato de extrema derecha a la presidencia de Chile, José Antonio Kast, a quien definen como "nostálgico defensor de la dictadura militar de Pinochet".
Señalan también su apoyo al actual presidente de Colombia, Iván Duque, que "acabó con los acuerdos de paz del 2016" con la guerrilla de las FARC y que disuelve manifestaciones "a disparo limpio".
Los firmantes rememoran además su apoyo a la candidata a la presidencia Keiko Fujimori, quien no acepta el resultado de los comicios y niega la legitimidad del ganador, Pedro Castillo.
Por eso es bueno recordar que en una conversación telefónica con Kast, Vargas Llosa, desde su residencia en Madrid, espetó que no se puede dejar el poder a la izquierda, al tiempo que apoyaba el programa del candidato ultraderechista que prometía más libertad económica para los empresarios y más policía y más represión para la mayoría.
No es extraño que dos semanas después de la conversación entre Vargas Llosa y Kast, fueran las mujeres y los pobres quienes decidieran la elección chilena.
Por la Izquierda votaron dos de cada tres mujeres y dos de cada tres chilenos bajo la raya de la pobreza: unas para preservar la libertad de sus propios cuerpos, los otros para que el saludable crecimiento macro-económico de Chile baje también a sus vidas.
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Chino
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