Yordanis Samón: De la manigua al Cuba como madero temible
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Si juzgáramos por el rendimiento de Yordanis Samón en las últimas 15 campañas de nuestras Series Nacionales, todos quisiéramos tenerlo en nuestro equipo. El trotamundos oriundo de la provincia de Granma es un bateador endemoniado, al punto de que únicamente en tres de sus 18 campañas ha compilado por debajo de los 300 de average.
No posee ese porte, ni en su atuendo ni en su postura a la hora de empuñar el madero, pero tengan por seguro que conecta líneas hacia cualquier parte del terreno, amén de no tener ese poder de slugger natural, lo que no impide que conecte batazos de vuelta completa en más de una ocasión, como en la temporada 50, cuando despachó 21 vuelacercas, su mayor total en un clásico doméstico.
Y digo trotamundos porque el jugador ha pasado por la novena de su provincia natal, Matanzas, Industriales y al parecer alternará en el primer cojín con Leonel Segura en la inicial, pues tras un melodrama de demandas y respuestas, recalará en las huestes de Camagüey.
Más allá de cuestiones asociadas con la necesidad de mejorar sus condiciones de vida, cuestión lógica si se mira con objetividad, el bateador que ha sido el más efectivo de Cuba en los últimos torneos internacionales, paradójicamente no transitó por la pirámide deportiva y que inició en la pelota bastante tarde, con casi 16 años.
CubaSí tuvo la oportunidad de dialogar con Samón, antes de encarar el difícil reto del preolímpico de Arizona, ahora pospuesto por causa de la epidemia del Coronavirus:
¿Cómo trabaja Samón sobre su sistema de bateo?
“Ese sistema de bateo lo tengo desde que comencé a jugar en Bayamo. Mi estadio siempre fue de esos en los que la pelota caminaba del centro del terreno al right field, y siempre he escuchado que en el béisbol el que batea para el centro del campo hacia la banda opuesta es un bateador de buenos averages, contacto, que deja llegar la bola…
El trabajo siempre ha estado en esa filosofía. Además, la cercanía del estadio y el gimnasio me permiten correr y entrenar casi todo el año. Puede ser que cuando algún atleta esté en su descanso pleno, yo siempre me mantengo hasta cierto punto activo”.
¿Siempre te has caracterizado por mantener la forma aun cuando es una etapa baja o de descanso?
“Sí, ahora mismo antes de entrar acá a la preselección me mantuve corriendo temprano y haciendo algo en el gimnasio. Se trata de no descuidarte y saber lo que tienes que hacer en cada momento. Hay etapas en las que hay que priorizar muchas cosas físicas…”
¿Con la experiencia de 18 Series, crees que has aprendido a discriminar mejor los lanzamientos y ser más paciente en el cajón de bateo?
“Sí. Algunas veces me tildan de no tener mucha paciencia, yo creo que sí. En ocasiones me he pasado bastante tiempo acá en la Serie Nacional sin irle al primer lanzamiento. Soy un pelotero de los llamados cazador de la primera bola, pero no siempre me comporto así.
Sucede que dejo llegar la pelota para conectar mejor y por los años que llevo jugando conozco bastante bien el pitcheo al que me enfrento acá, eso me ayuda a tener mejores rendimientos”.
¿Cómo llega Samón a la primera categoría y a Series Nacionales?
“Empecé porque un tío jugaba béisbol y ellos me inclinaron a empezar cuando estudiaba en un Politécnico en Bayamo. Allí veía a muchos muchachos de mi edad que estaban en la ESPA y eso me causaba indignación porque gustándome tanto la pelota no podía estar allí. Nunca pude entrar.
Después pude jugar la provincial por mi municipio y en mi primer torneo quedé líder de los bateadores en esa zona promediando 368. Tenía 17 años. Antes siempre jugué pelota de manigua, pero no tenía posición.
Quizás eso me trajo problemas posteriores en lo relacionado con la defensa. Lo mismo jugaba jardines que cuadro. Cuando la cosa se puso más seria jugaba jardines, pero el izquierdo sobre todo”.
Siguiendo esa cuerda: ¿Dónde te sientes más cómodo a la defensa?
“El tema de jugar en primera fue en la época en que Marcos Fonseca estuvo dirigiendo a Granma. Me dio la confianza en mi cuarto año de cubrir la inicial, pues los jardines estaban custodiados por Céspedes, Despaigne, Marcos Naranjo…
Así fue. No me gustaba mucho ni fue mi decisión, pero después fui cogiéndole el golpe. Es mucho más emocionante porque estás más involucrado con el juego, más activo que en los jardines.
He ido trabajando ahí poco a poco, pese a no contar en Granma con un entrenador que me ayudara, pues es una base en la que se dan muchas situaciones de juego, cambios de pie, short bow, etcétera”.
Hablando de responsabilidades, siempre en la llamada tanda alta. ¿No crees que esos turnos te hayan generado presión en los distintos equipos en los que has militado y en preselecciones nacionales?
“Por lo general me colocan entre el segundo y el sexto. Presión pude haber sentido en el primer año quizás. Desde que inicié en Granma fui quinto bate. Carlos Martí tuvo el valor de ponerme detrás de los Bejerano. Eso me sirvió de experiencia y me impulsó a seguir mejorando. Tenía que tapar a un hombre respetado, de más de 15 Series Nacionales, eso te obliga a crecer como bateador”.
¿Pitchers que se te han hecho difíciles en esta carrera larga?
“Tienes que pararte en el cajón de bateo pensando que todos serán difíciles. Ha habido muchas estrellas a las que me he enfrentado, pero casi siempre se me ha hecho complicado es José Ángel García, a pesar de que en mi primer turno frente a él le di jonrón.
A todos los respeto: Norge Luis Vera, Vicyohandry Odelín, Norberto González, Adiel Palma… A esa contelación de lanzadores también les pude conectar. Quisiera algún día tener la oportunidad de ver cómo conecté de por vida frente a cada uno de esos lanzadores de equipos Cuba o preselección”.
¿Zona preferida para batear? ¿El pitcheo pegado más difícil a tenor de tus características?
“Depende de cómo venga o piense en ese momento. Me concentro mucho en el juego y desde que estoy en el círculo de espera voy pensando en el turno al bate. Lo mismo me pasa en primera o de designado cuando inicio tanda en un inning determinado.
Trato de pensar qué lanzamiento y en qué zona conectar. Lo difícil aumenta cuando no piensas o coincides con eso que estás pensando sucederá”.
¿Qué perspectivas le ves al equipo de cara a la posible clasificación olímpica?
“Un buen equipo, con hombres de mucha responsabilidad que si se comportan a gran altura estaremos en condiciones de lograr la clasificación o ganarnos el derecho de ir a buscarla en Taipei. Pitcheo y ofensiva hay. Se trata de rendir a la hora cero, lo que nos ha venido golpeando en torneos internacionales desde hace buen tiempo”.
Samón Casi seguro estará en la nómina. Si bien su paso por el béisbol mexicano fue efímero y para nada exitoso, a estas alturas nadie duda de su calidad como bateador. En la 59 serie compiló para 413 producto de 83 jits en 201 turnos oficiales, conectó 17 dobles y 11 jonrones, remolcó 58 carreras, se ponchó solo en 19 oportunidades, su slugging lo fijó en 682, y el OPS en astronómico 1 142.
De por vida compila para 341 de promedio ofensivo, con Slugging de 511 y OBP de 418. Además, ha conectado 182 cuadrangulares, fletado 1 118 anotaciones, y ha disparado 1 964 inatrapables, por lo que de seguro en la Serie 60 se incorporará al selecto club de hombres 2 000 en ese departamento.
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