Tom Hanks charla sobre COVID-19 y mentalidad de guerra
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Desde que contrajo COVID-19 en marzo, Tom Hanks ha estado, a pesar de todo, bastante ocupado. Él y su esposa Rita Wilson regresaron a casa después de recuperarse de la enfermedad en Australia, donde Hanks había estado filmando la película de Baz Luhrmann sobre Elvis Presley. Presentó un episodio desde casa de “Saturday Night Live” y vio su nuevo drama sobre la Segunda Guerra Mundial “Greyhound” (“Greyhound: en la mira del enemigo”) pasar de un estreno previsto en cines de Sony Pictures a Apple TV+.
Pero en general ha tomado las cosas día por día.
“Existe una especie de mantenimiento fisiológico continuo para tu cerebro y para tu cuerpo que hemos estado siguiendo”, dijo Hanks en una videoconferencia desde su casa en California. “Lo único que puedes tratar de hacer es amontonar el heno en pequeños montones, eso es lo que he estado tratando de hacer. Eso es lo que hemos tratado de hacer, ir al establo con la máquina empacadora y decir ‘tenemos todo este heno, hay que apilarlo y que esté listo para el próximo día’”.
Para muchos el hecho de que Hanks contrajera el COVID-19 fue la primera alarma que sonó fuerte en los primeros días de la pandemia. Si “el papá de Estados Unidos” se podía enfermar todos se podían enfermar. La decisión de anunciar públicamente sus diagnósticos dijo Hanks en una entrevista reciente, tenía un doble propósito. No quería ningún rumor sobre por qué se detuvo la producción y podía servir como un anuncio de salud pública.
“¿Por qué ocultar los hechos?” dijo. “Esos eran los hechos”.
La enfermedad, experimentada con una severidad y síntomas variados por Hanks y Wilson, le dio una perspectiva sobre las diferentes maneras en las que los países han respondido al coronavirus. La comparación con Australia, dijo Hanks, no es buena para Estados Unidos. Pero agregó que no hay necesidad para que “otro camión de basura descargue todo lo que ha salido mal” sobre Estados Unidos.
“Aquí estamos, hagamos lo que nos corresponde a cada uno”, dijo Hanks. “¿Por qué no todos usamos cubrebocas, cumplimos con el distanciamiento social y nos lavamos las manos? Suena bastante sencillo para mí y si tienes un problema para hacer eso, definitivamente no te confiaría una licencia de manejo pues hay posibilidades de que manejes tan rápido como quieras o nunca pongas la direccional y vayas contra los peatones”.
Antes de la pandemia “Greyhound” iba a llegar a los cines en junio, en el hueco entre “Wonder Woman 1984” y “Top Gun 2” (“Top Gun: Maverick”).
“Íbamos a pelear como el cachorrito más chico de la manada para que alguien nos pusiera atención”, dijo Hanks, riendo.
Ahora “Greyhound” se dirige directamente a los hogares como un gran estreno y poca competencia similar en escala o en prominencia de su elenco. Protagonizada por Hanks, esta historia de la Segunda Guerra Mundial llena de efectos especiales es un peso pesado frente a a la mayoría de las opciones de estreno directo en streaming en esta rara temporada veraniega en el cine. Disney+ tiene a “Hamilton” pero Apple TV+ tiene a Hanks.
La película realizada con unos 40 millones de dólares y adquirida por Apple por unos 70 millones, es un tenso drama naval de 88 minutos sobre un aspecto menos visto de la guerra, la batalla del Atlántico. El personaje de Hanks es un capitán humilde encabezando por primera vez una flota en el atlántico, cuidándolos de atacar sumergibles alemanes mientras atraviesan la “fosa negra”, un territorio a la mitad del océano sin apoyo aéreo. Con un fuerte oleaje, sonidos de sonar y maniobras evasivas, la película tiene casi cualidades míticas.
“Cuando todo se arruinó empezamos a pensar: ‘Tenemos esta película sobre la inmovilidad de los personajes en medio de algo que no tienen idea de cuánto tiempo va a durar’”, dijo Hanks. “No esperábamos que una pandemia imitara el tema y la acción de la película”.
“Esto se trata de ayer, hoy y mañana”, dijo Hanks. “Esos son los días que tiene prácticamente la humanidad”.
“Greyhound” ha sido por mucho tiempo un proyecto muy querido del actor de 63 años. Escribió el guion adaptado de la novela de 1955 de C. S. Forester “The Good Shepherd” (“El buen pastor”) , un libro que le regaló por primera vez su fallecida amiga y directora de “Sleepless in Seattle” (“Sintonía de amor”) Nora Ephron.
“Se le quedó grabado”, dijo Gary Goetzman, socio de producción de Hanks y cofundador de su empresa, Playtone. “Como suele pasar con él, suele rumiar sobre cierta idea, se mete a su licuadora y un día me puso un guion sobre el escritorio y estaba muy interesado en hacerlo”.
Hanks se acercó a otros para escribirlo y se reunió con otros cineastas, pero ellos solían tener una visión más grade de la película.
“Les decía ‘te quiero mucho pero eso no es el punto de lo que estamos tratando de hacer’”, dijo Hanks. “Estamos tratando de condensar esto, estamos tratando de sacar tanto como podamos”.
Finalmente encontró a su director en Aaron Schneider, un cinefotógrafo veterano que dirigido “Get Low” de 2010 con Robert Duvall.
“Tom siempre la llamó la pequeña película perfecta de 90 minutos”, dijo Schneider. “Desde el principio su entrada era mantener este punto de vista casi hipersubjetivo en términos de la experiencia de su capitán. Íbamos a meter al público en su mundo, pegados a su hombro”.
Hanks, claro, ha estado en mundos similares antes, Ha sido capitán en cuatro ocasiones en “Saving Private Ryan” (“Rescatando al soldado Ryan”) “Apollo 13”, “Sully” (“Sully: hazaña en el Hudson” y la última ocasión en “Captain Phillips” (“Capitán Phillips”). Un lector voraz de historia, ha regresado frecuentemente a la Segunda Guerra Mundial. Con Steven Spielberg, Hanks desarrolla para Apple una tercera miniserie tras “The Band of Brothers” y “The Pacific”.
Para Hanks, cuyo padre rindió servicio en la armada, su apego a esta época va más allá de su ADN. Se trata de conectar con la mentalidad de supervivencia y sacrificio de la época de la guerra
“Todos los periodistas me preguntan ‘¿por qué sigues regresando a la Segunda Guerra Mundial?’”, dijo Hanks, con un acento vagamente europeo. “La respuestas es porque regreso a esa posición de estrés en la psique de un humano. No tiene que ser necesariamente un capitán a bordo de un buque de guerra a la mitad del atlántico norte. Puede ser un niño de 8 años, o una mujer de 24 años, o un hombre de 54 años en Estados Unidos preguntándose ‘¿vamos a vivir o vamos a morir?, ¿vamos a ser libres o no?, ¿cuánto tiempo va a durar esto?’ Para mí esa es la condición humana en cada circunstancia, incluso ahora en el 2020”.
A la película le quedaban semanas de postproducción cuando se frenaron las actividades en Hollywood. En ese periodo un capitán moderno de la armada, Brett Cozier, fue removido de su cargo al frente del portaaviones USS Theodore Roosevelt después de pedir permiso para llevar a tierra a los miembros de la tripulación enfermos con COVID-19. En Cozier, que al igual que Hanks dio positivo al coronavirus, Hanks vio el tipo de personaje al que suele estar atraído.
“Pensé”, dijo Hanks. “Ese tipo es fantástico”.
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