Roly Ávalos y Oralitura Habana: improvisar alegrías

En los estudios de grabaciones de la EGREM, nos encontramos al joven repentista Roly Ávalos con la mochila lista y el corazón cargado de expectativas y buenas energías para partir, junto al proyecto Oralitura Habana, hacia Guantánamo, invitados al Festival Chocolate con Café, así que por ahí comenzó la conversación:

“Es un momento para mostrar cuán humanos somos, yo creo que ese es el compromiso de un artista, somos hombres y mujeres, seres humanos, antes de ser creadores, antes del goce estéticos, entonces además de llevarles versos, canciones, alegría para sus vidas, un distanciamiento de su realidad, llevamos también algunas donaciones con mucho cariño y un poco de luz a sus vidas, desde lo poco que tenemos y desde lo que somos. Lo mejor que podemos hacer, como artistas, es mostrar toda nuestra vocación al desnudo ante tanta vulnerabilidad, ante tanta fragilidad e intentar hacerlos un poco más felices”.

Desde la gala inaugural del evento, ese derroche de solidaridad y cubanía se hizo realidad. Nos contó Roly que los muchachos de Oralitura en su primera visita a “la más oriental de las provincias, llevamos un show que tiene improvisación, música, neorepentismo, que es un poco el repentismo hablado, mezclado con otras manifestaciones en la escena. Un poco todo este trabajo que hemos venido haciendo y que se ha hecho conocido gracias a programas como Al Mediodía…”

Sin embargo, aclara que el la cotidianidad del Proyecto esto “es solo la punta del iceberg de lo que hacemos, porque igual ofrecemos talleres de improvisación poética y actuaciones diversas…”

Roly es un todo terreno. ¿Cuál es su formación y a qué se dedica, además de inspirarse y contar los diez versos octosílabos de la décima como río que fluye? Pues aquí está la respuesta:

“Vengo de muchos sitios: soy instructor de arte de teatro, soy graduado de comunicación social, trabajo como en cuatro sitios a la vez porque soy corrector y editor en el Periódico Trabajadores, en Aurora ediciones, en Pimienta ediciones, soy especialista de literatura en la Asociación Hermanos Saíz y bueno, también soy escritor”.

La Habana, como todas las ciudades de esta isla, pare poetas, repentistas, autores y cantores, defensores de esa tradición tan nuestra, quien piense que es cosa solo del campo, necesita conocer una familia y un proyecto habaneros:

“Precisamente nuestro proyecto, Oralitura Habana y digamos que toda mi familia por el lado materno, nos hemos dedicado a demostrar lo atípico de este fenómeno. Mi tío, Alexis Díaz Pimienta, nació en Centro Habana y, aunque gran parte de su formación y de su crecimiento en el repentismo tradicional se forjó en Matanzas, él ha instaurado un movimiento más citadino, más urbano y digamos que nosotros lo heredamos también”.