Organizaciones de derechos humanos de Haití denunciaron una nueva masacre en un barrio de Puerto Príncipe, mientras se reportó el secuestro de cuatro religiosos cuando oficiaban un misa en directo, a través de redes sociales.

Una banda armadas dirigida por expolicías disparó a su llegada al barrio Bel Air la noche del jueves blandiendo artillería pesada mientras trepaban por los tejados de las casas, disparaban y prendían fuego a las mismas.

Mientras algunos residentes lograron escapar en medio de las olas de humo negro y gas lacrimógeno, otros quedaron atrapados y murieron dentro de sus casas en llamas.

El asalto contra los residentes dentro del barrio Bel Air en la capital de Haití fue el tercer gran ataque de este tipo en menos de dos años.

La masacre ocurrió a poca distancia del Palacio Presidencial de Haití y fue perpetrado por pandilleros afiliados a Jimmy "Barbecue" Chérizier, un policía despedido convertido en poderoso jefe de pandillas que es buscado por varias matanzas.

En una rueda de prensa, que él mismo convocó, asumió la responsabilidad del último asalto, presentándolo como una respuesta a los ataques cometidos contra su poderosa alianza de pandillas conocida como G-9 y Familia y Aliados .

Este viernes, cuando se reanudaron los disparos y los residentes que huían se preparaban para pasar otra noche en la plaza pública de Champ de Mars fuera del Palacio Presidencial, aún no estaba claro cuántas personas murieron o resultaron heridas, y cuántas casas habían sido destruidas por los incendios.

Durante su conferencia de prensa, Chérizier se defendió de las acusaciones de violar los derechos humanos y a su vez arremetió contra periodistas, miembros de la oposición y el sector empresarial, al mencionar que no están interesados en ver cambios en Haití.

Por otra parte, al menos cuatro cristianos adventistas fueron secuestrados mientras ofrecían un culto en directo a través de Facebook la pasada noche en la localidad de Carrefour, al sur de Puerto Príncipe.

"Alrededor de las 21H00 hora local tres hombres fuertemente armados irrumpieron en la habitación, apuntaron sus armas y secuestraron a cuatro personas. Los secuestradores se trasladaban en dos autos", dijo en una entrevista radial Figaro Gréger, presidente del Ministerio Gospel Kreyol.

El video del secuestro, difundido ampliamente en las redes sociales, ha desatado una gran ola de indignación entre los haitianos que se muestran desesperados.

Los defensores de los derechos humanos y los residentes han acusado al gobierno de ordenar a la fuerza policial que no responda cuando ocurren tomas de posesión violentas.