Reino Unido debe tener una lista de síntomas

Gran Bretaña debe rever, con la variante Delta extendida entre los jóvenes no vacunados y los adultos parcialmente vacunados, causando síntomas menos graves y más suaves, su propia política sobre los test anti-Covid, ampliando la lista de los síntomas que definen los casos sospechosos a someter a hisopados moleculares y aislamiento.

Es la propuesta lanzada en el British Medical Journal por un grupo de expertos encabezado por Alex Crozier de la Universidad College de Londres.

En los meses de la pandemia, las autoridades británicas recomendaron a los ciudadanos aislarse y someterse a los hisopados moleculares solo en caso de fiebre alta, tos insistente, perdida o alteración del gusto o del olfato.

"El Reino Unido eligió adoptar una definición estrecha del caso Covid para facilitar la comunicación hacia al público, evitar confusión con otras infecciones y preservar la capacidad de hacer test, pero la situación ahora es diferente", subrayaron los expertos.

"La capacidad de hacer hisopados es elevada. La aparición de la variante Delta y la posible evolución de variantes más transmisibles o resistentes a las vacunas significa que, aun con la vacunación, podrían seguir nuevas oleadas de contagios, internaciones y decesos. Para mitigar estas oleadas y el riesgo de una transmisión duradera sirve a una intervención rápida".

La primera jugada que Gran Bretaña debería hacer es justamente rever y ampliar la lista de los síntomas de Covid, de modo de alinearla a la de otros países.

Los expertos recuerdan como ya ahora la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros estadounidenses para la Prevención y el Control de las Enfermedades (CDC) incluyen, respectivamente, nueve y once síntomas más respecto a los ya presentes en la lista oficial británica.

También el Centro europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) describe una serie de síntomas asociados a los casos menos graves, como dolor de cabeza, dolores musculares, fatiga, inapetencia, dolor de garganta y secreción nasal.

Estos signos son más comunes en los jóvenes no vacunados y en las personas que no concluyeron el ciclo de la vacunación, sujetos que en esta fase de la pandemia tienen más probabilidades de transmitir el virus.

"Es improbable que las solas vacunaciones puedan poner fin a la pandemia", aclararon los autores del artículo. Nuevas variantes, más transmisibles y (en parte) resistentes a las vacunas podrían difundirse en la población susceptible causando altas tasas de internación. 

"Las desigualdades en la vacunación provocan el traslado del peso de la enfermedad hacia las comunidades más desfavorecidas, que son además las más golpeadas por las restricciones anti-Covid. Para reabrir la sociedad con una mayor velocidad y equidad, es necesario mejorar el control de los contagios. Esto comienza con una definición de los casos de Covid más amplia y adecuada al contexto", concluyeron.