Primavera: relajo en el patio
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Imagen tomada de https://www.elcorreoweb.es
¿Qué sucede en la primavera que trae a todos locos y cariñosos? Sí, estamos en mayo y me sorprendo con comportamiento sospechoso a mi alrededor. Mi pez Betta Klaus no descansa de hacer nido sin haber tenido jamás novia a la vista; mientras Melón y Sushi, mis agapornis roseicollis que yo creía parvulitos, no dejan de chillar, cortejarse y picotearse, y lo alarmante es que hace poco se “descubrieron” y están todo el tiempo uno encima del otro, literalmente.
Pero eso no es todo, me he puesto observadora y encuentro que las lagartijas de mi jardín constantemente corretean y muestran sus pañuelos colorados en lo que entiendo como para marcar territorio o llamar la atención de su objeto del deseo. Y de repente veo a las que supongo machos en plena pelea de minidinosaurios, para en un descuido más tarde identificar a los perdedores sin cola por las esquinas, muerto así, supongo, el chance de procrear con semejante mutilación a la dignidad reptil.
El alboroto va más allá de los linderos de mi casa porque así están los pájaros en los ocujes del parterre y también los perros de los vecinos. Incluso mis gatos esterilizados desde bebés, Leela y Bender, que con mucho esfuerzo he criado como hermanos, los veo más melosos de lo normal, sobre todo a ella.
El llamado de la naturaleza es real. Existe un reloj biológico que indica cuál es el mejor momento y funciona para animales y plantas. Ver tantas flores por doquier tiene el mismo objetivo: la polinización.
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Estudios de fertilidad indican que esta época es igual de estruendosa para los humanos, y que por eso somos batidos de feromonas andantes, con cambios en el ritmo circadiano y mayor producción de serotonina y vitamina D debido al aumento de la exposición a la luz solar, al tiempo que mejora la calidad espermática e incrementa la libido de las parejas. De hecho, muchas clínicas sugieren estos meses como ideales para planificar y buscar embarazos porque las condiciones físicas y ambientales son, comprobadas, superiores para ello.
En realidad la primavera es la mejor estación del año. Todo es más alegre y bonito porque deja atrás las temperaturas más bajas sin llegar a tener aún el calor del verano, sobre todo en las zonas donde es más marcado y se vive el despertar de animales que hibernan y de plantas que reposan. No por gusto es sinónimo de renacimiento y renovación, como vemos, de todos los aspectos de la vida.
Durante siglos los animales evolucionaron hasta lograr sincronizar sus ciclos de reproducción con la primavera porque es perfecta en cuanto a clima, seguridad y disponibilidad de alimentos. ¡Increíble! Es la naturaleza manejando con hilos invisibles para seguir poblando esta tierra desde el jardín hasta los hogares.
Eso lo saben Melón y Sushi. Por tanto me vi obligada a correr para improvisarles un nido y que no suceda como cuando tuve canarios e intentaron hacerme abuela empollando en la taza de la comida.
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