Por un Challenger perfecto

Ya tenemos del lado de acá, como se dice, el primer triunfo en el Challenger Mundial de voleibol, con sede en Surcorea, pero se trata de un evento en el cual no hay margen de error, si se quiere cumplir el objetivo de los nuestros: clasificarse para la Liga de Naciones de 2023.

Realmente no fue complicado el debut en la lid ante Chile y, según los reportes de prensa, el servicio y el ataque de los antillanos fue clave para obtener el primer triunfo.

Con un día de descanso este jueves, los discípulos de Nicolás Vives chocarán el viernes ante el ganador del partido entre Túnez y República Checa, que ya debe ser un rival más exigente.

Nuevamente, Jesús Herrera ocupó la posición de opuesto en la alineación titular, y volvió a darle la razón a Vives, que lo coloca por delante del veterano Michael Sánchez. Herrera ha concluido entre los máximos anotadores en todos los partidos de nuestro plantel que partió de inicio, desde la Copa Panamericana hasta ahora.

Recordemos que a la justa asiática Cuba llegó con dos sensibles bajas por COVID-19, las de los centrales Roberlandy Simón y Liván Osoria, pero Javier Concepción y Roamy Alonso lo hicieron muy bien en este primer juego. Claro, el nivel de exigencia irá en ascenso, pero ya Roamy demostró que puede soportar la presión porque lo hizo en Canadá, y Javier no es un novato, ni mucho menos.

El otro que brilla cada vez que sale a la cancha es Osniel Mergarejo, quien no estaba en los planes iniciales del colectivo técnico para ser regular, pero se lo ha ganado a base de rendimiento, con estabilidad.

El choque ante Chile entrañaba también el peligro de ser muy próximo al arribo de nuestros voleibolistas, luego de un viaje agotador que pasó por Caracas, Venezuela, y Estambul, Turquía, pero supieron dejar de lado el cansancio y los efectos del cambio de hora, a los cuales estarán más adaptados para su segundo encuentro.

Les pudo servir también un choque amistoso contra Surcorea que celebraron apenas pisar suelo asiático, y que los nuestros perdieron 0-3. No obstante, en lo personal, no me preocupa el resultado, por las condiciones en que se dio y porque seguramente fue utilizado como estudio (al menos es lo más sabio) por parte de los estrategas.

Si todo sale como está previsto, este tope se repetirá en la final, en pos del único boleto de la justa a la venidera Liga de Naciones, pero ahí el resultado debe ser diferente, ya que no debe ser blanqueada para ninguno de los dos conjuntos.

El punto «flaco» del actual seleccionado, el de los centrales, no debe echarse a ver ante un sexteto que, por lo general, no se basa en su altura. Además, reitero que Roamy y Javier no son unos improvisados, y si bien no llegan a la calidad de los titulares, pueden imponerse en la net ante los surcoreanos.

Sigo pensando en ese encuentro, pero no me olvido del anterior, porque aquí no hay nada ganado todavía y un descuido puede costar el sueño acariciado durante tantos meses. Por eso es clave la concentración en cada set, tanto dentro como fuera de la cancha, porque en un momento determinado puede resultar vital un jugador de cambio, en dependencia de lo que propongan los contrarios. Ya estamos un paso más cerca.