Pájaros Carpinteros ¿locos?
especiales

El alboroto llegaba desde lo alto del arbolado que custodia la avenida 120, en el municipio de Playa. En medio del asombro y la curiosidad, las personas que en esa zona del oeste de La Habana aguardaban por un ómnibus, quedaron embelesadas observando al pequeño grupo de pájaros con pinta de ser carpinteros.
Realmente, es una rareza que esas aves, en número de cinco, estuvieran revoleteando en pleno bullicio citadino. Entonces alguien con evidentes conocimientos del tema, aseguró que “sí, en verdad son pájaros carpinteros y de la especie jabados. ¡Qué maravilla!”.
Foto: Panchito González de Prensa Latina. Carpintero jabado, una de las aves más hermosa de su especie.
En lo personal, y cautiva por la sorpresa, olvidé tomar fotos de aquellos bellos ejemplares que alegraron la tarde y entretuvieron la larga espera por un transporte para llegar a casa.
Confieso que lo más cercano que siempre estuve de un “picamaderas” se reduce solo al personaje animado del Loquillo o Pájaro Loco. Creado por Walter Lantz, todavía suelo disfrutar, a mares, de sus travesuras irracionales.
Foto: Tomada de Radio Nacional de Colombia. Personaje de El Pájaro Loco o El Loquillo, un animado que sigue fascinando a chicos y adultos.
Por lo tanto, lo siguiente fue buscar información y seguir fascinada. Porque en verdad aquel hombre tenía razón cuando dijo que se traba de carpinteros jabados. Ellos están entre los más hermosos dentro de las 218 especies de la gran familia que conforman las aves del orden de las Picidae.
En general, suelen habitar en casi todo el planeta, excepto en Australia, Madagascar y los cascos polares. Cuba, en particular, los reporta en todo el territorio nacional, en los cayos, Largo, Coco, Romano, Cantiles y en la Isla de la Juventud, al sur del país.
CARPINTEROS JABADOS A LA VISTA
De nombre científico Melanerpes superciliaris, los carpinteros jabados miden unos 28 centímetros de largo y presentan un plumaje de vistoso colorido. En él predomina el barreado de negro y blanco o blanco amarillento y el pardo grisáceo.
El macho lleva de rojo la cabeza; mientras que la hembra presenta algunas manchas negras. Sin embargo, ambos sexos tienen roja la nuca. Poseen patas grandes y dedos largos: dos hacia adelante y dos hacia atrás. Las uñas, también largas, funcionan como ganchos para sostenerse en troncos verticales.
Foto: Panchito González de Prensa Latina. Especie de carpintero jabado avistada en la zona de El Vedado, municipio capitalino de Plaza de la Revolución..
Precisamente, esas eran las características de aquellos “locos” que estuvieron saltando de una rama a la otra y que, luego de cierto tiempo, emprendieron vuelo para alejarse de la vista de los curiosos.
Un encuentro similar experimentó días después el colega Panchito González, fotorreportero de la Agencia Prensa Latina, quien sí logró registrar con su lente la presencia de una pareja de carpinteros jabados entre el follaje de los framboyanes y almendros de la calle E, en El Vedado.
Aun cuando algunos estudiosos describen como “normal” que estos ejemplares frecuenten jardines y parques urbanos, lo cierto es que no resulta frecuente el avistamiento de ellos en urbes tan concurridas.
Tal vez, la coincidencia de las dos observaciones de carpinteros en este febrero se deba a que justamente es el mes en que comienza su etapa reproductiva que dura hasta julio.
Las hembras llegan a poner de cinco a seis huevos blancos y redondeados que miden alrededor 2,8 por 2,2 centímetros. El anidado dura entre 11 y 16 días. Luego de la eclosión, los polluelos demorarán de 18 a 30 días antes de estar listos para dejar el nido.
EN CUBA
Endémico de la Mayor de las Antillas, al carpintero jabado se le considera el más común de su género en esta nación. Su hábitat natural está en regiones boscosas o en aquellas con árboles muertos o enfermos.
El potente pico que tienen esas aves, le da la capacidad de perforar los troncos y construir cavidades donde alojarse y anidar. Además de extraer de estos los insectos y larvas que le sirven de alimento.
De hecho, se afirma que logran picotear un tronco más de veinte ocasiones por segundo. La cifra de estos golpes a un mismo árbol alcanza hasta las 12 000 veces en el día.
Tal fortaleza se debe a que su pico está reforzado por membranas que cumplen la función de amortiguadores. Además de presentar un hueso en su parte trasera y delante del cerebro, lo cual le permite realizar esos supersónicos movimientos sin provocarse daño.
Así suena de duro y ágil ese rítmico “taca-taca” que rompe el silencio de los bosques o multiplica el ruido en algún parque, jardín o calle de una ciudad. En cualquier caso, escucharlo siempre será una gentiliza excepcional de la naturaleza.
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