Osvaldo Doimeadiós y su Oficio de Isla

Osvaldo Doimeadiós y su Oficio de Isla
Fecha de publicación: 
4 Mayo 2022
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Versátil, camaleónico, capaz de hacernos destornillar de la risa, convocarnos a la más profunda reflexión o llorar como si el teatro fuera la vida, Osvaldo Doimeadiós ha logrado convertirse en un actor popular, queridísimo, sin hacer concesiones.

Recientemente nos contó sobre su proyecto teatral, donde coexisten el actor dramático, el humorista, el escritor, el director y el maestro, ese todo en uno que es Doime.

—¿Qué es la Nave Oficio de Isla?

—El concepto que defendemos es el de comunidad creativa, precisamente por esa manera de concebir el trabajo desde la multidisciplinariedad, desde la convergencia sobre la escena de artistas de distintas ramas como la música, las artes visuales, la danza. Este fue el concepto que nosotros manejamos para el espectáculo Oficio de Isla, que es nuestro espectáculo fundacional.

«Este espectáculo que estrenamos en el año 2019 nos dio la medida de lo que podía llegar a ser este proyecto, que es una comunidad de intereses de artistas de distinta procedencia que convivimos en un centro que es la Nave Oficio de Isla y estamos anclados en la Avenida del Puerto, en los altos de los antiguos Almacenes San José, una hermosa sede que nos legó el Doctor Eusebio Leal para realizar este tipo de proyectos que rompen con lo habitual en el mundo del espectáculo, precisamente en cuanto a la convivencia de disciplinas sobre la escena.

«Además de la producción y circulación de espectáculos para el público, trabajamos otra línea, que es la de superación con estudiantes del ISA y de la ENA. El proyecto también posee una vocación social, pues tenemos accionar sobre la comunidad. El centro está pensado para que sea un lugar que tribute a la figura del actor y a todas las disciplinas que, de alguna manera, intervienen sobre el arte del actor desde el diseño, el texto, entre otros.

«Tenemos organizados también espacios de debate, coloquios culturales, encuentros literarios, proyección de materiales audiovisuales, entre otros».

—¿Cómo se relaciona Nave Oficio de Isla con la comunidad?

—Estamos anclados a las puertas de San Isidro, una comunidad con una fuerte tradición social, el barrio donde nació Martí. Un lugar de tradición de trabajadores portuarios, es una zona de convivencia de marginalidad, asociada al ámbito del puerto, pero es también una zona rica en tradiciones como la rumba.

«Nosotros hemos hecho nuestros espectáculos y, poco a poco, se han ido acercando, como público. Estamos haciendo también actividades para los niños y eso va generando una empatía, una relación que no es unívoca. Nosotros no intervenimos en la comunidad para modificar la vida de nadie, sino para aportar a la convivencia y al diálogo con los proyectos comunitarios».

—¿Cree que esa transdisciplinariedad y diversidad dentro de la propia unidad de la puesta es más funcional en la escena actual?

—Cada grupo es una experiencia. Yo intento ser flexible en el sentido de que los actores debemos estar en muchos medios al mismo tiempo y de esta manera que lo estamos haciendo, con más flexibilidad, tenemos un mayor nivel de participación.

«En nuestro grupo hay actores de distintas procedencias, de distintas estéticas, de distintas formaciones; hay incluso estudiantes que están trabajando con nosotros, y eso le ha dado al espectáculo una riqueza tremenda. Hay músicos que participan como actores, actores que hacen música.

«El espectáculo que estamos haciendo ahora, Luz, apuesta por eso».

—¿Cuáles son las metas de Nave Oficio de Isla?

—Por lo pronto, desarrollar todas las líneas: creación, investigación, formación. Tratamos que sea un ejercicio dinámico nuestro trabajo cada día.

«Los Almacenes San José son un espacio bastante grande, es una feria de arte popular. Los artesanos y artistas que trabajan en esa feria tienen una buena convivencia con nosotros. Estamos tratando de dinamizar ese espacio, de abrir el espectro no solo a la sala que tenemos, sino a todo, que se convierta en un centro cultural, que los artistas jóvenes tengan allí un sitio donde puedan poner sus obras de manera experimental quizás. Empezamos a hacer funciones los jueves de espectáculos de corte más pequeño, más de cámara.

«Por ejemplo, dentro de la Feria del Libro, como subsede, hemos tenido presentaciones de libros, coloquios, descargas de poetas, de trovadores».

—A su juicio, ¿cuál es la función del teatro cubano en este momento de crisis, de postpandemia que estamos viviendo?

—No te voy a hablar en nombre de todo el teatro porque sería demasiado pretensioso, sino a nombre del que nosotros hacemos, del que yo estoy haciendo. Después de pasar años de encierro, de esta dura pandemia, de no tocarnos, de no expresarnos, creo que proponer espectáculos y que el público regrese a las salas, que sensorialmente nos aproximemos, tiene un valor fundamental y es a lo que venimos: a devolver esa aproximación con el espectador, esa presencialidad. Creo que es lo más importante y es lo que, desde mi punto de vista, defiendo.

LEER MÁS: Nave Oficio de Isla, espacio de creación infinita (+ Fotos)

Comentarios

Felicitaciones a Doime y a su colectivo,por esta promisoria iniciativa que sin duda,coadyuvara' a la consolidacion de un movimiento que le haga lugar a jovenes y menos jovenes,a conocidos y a los que estan por conocer,ademas de aprovechar un espacio bien situado y capaz de brindar un marco agradable,para el tipo de actividades,que se anticipan. Tambien ,desearia que Doime,se centre menos en las criticas hacia lo interno y ocupe su lugar como habitante de una isla asediada y bloqueada,que no necesita que la hagan trizas desde adentro y bajo la sotana del humor repetitivo y cobarde,que no tiene reparos en aprovechar nuestra libertad de expresion,pero con mucho titubeo,cuando en la otra orilla,se presentan. Cuanto deseo que nuestros humoristas,critiquen los manerismos de Ota Ola el odiador mas hormonal que tiene la contrarrevolucion en sus filas,pero tambien el que le tuerce la voluntad y los principios a muchos artistas que transitan el puente cultural de aqui para alla'....Tambien pudiera Doime y cualquier otro humorista de relieve,hacerle un epsecial,a Biden y su evidente incapacidad para ser "lider del dizque mundo libre".o pudieran hasta hacer "un oleo sin sombrero",pero con flequillo naranaja a la ignorancia supina y narcicista de Donald Trump y seguro estoy que si seguimos buscando,hay mucho material del "lado norte",para hacer que el Humor,no se centre en patearnos via,la risa facil de la falsa autocritica a nuestras deficinecias societales,con las causales que tanto ellos,los humoristas como nosotros conocen. Doime,Panfilo y "toute la troupe'e",pudieran ser parte de nuestra batalla de ideas,seria deseable y hasta muy eficaz,con los que pecan de desinformados y se suman por mimetismo a los coros repetidores de falacias y "fake news" sobre nuestra Isla,sumate Doime,en la batalla de ideas,cabe todo el amor por Cuba.
Excelente observacion,el momento es tan crucial que hasta el humor,obsesivamente centrado en mostrar solo ,nuestras dificultades societales,inducidas la mayoria por el Bloqueo y sus derivaciones punitivas,no puede estar exento de llamados a definir como hacer su parte en corregir la desinformacion y reducir el combustible mediatico que alimenta el odio geopolitico en principio,pero por imitacion y muchas ignorancias a posteriori...El primero el odio que conscientemente los decidores politicos de nuestro enemigo y no adversario propagan y difunden a la ayuda de lo que les caiga en la mano,asi sea,las incesantes muestras de criticas internas, sobresaturadas por los humoristas,pero que sin embargoparecen ignorar las mil y una maneras,en que se puede hacer humor,no despolitizado (porque quieran o no,al criticarnos como sociedad,se hacen operadores politicos)..Y realmente los revolucionarios no deseamos suprimir su critica que aunque llega hasta la repugnancia facilista,no hemos de coartarla,pero en el caso...solo en el caso de que no quieran hacer como el avestruz,todos esos "humoristas",por favor,denle la contrapartida a la sociedad patologicamente violenta,dividida y pintorescamente patologica que es la sociedad estadounidense,con una mencion especial,para el San Nicolas del Peladero de tiempos modernos. Miami,la ciudad de las contradicciones entre teoria discursiva y practica. La ciudad,donde los odiadores son un nucleo menos relevante que lo que asemeja,pero donde la presion y la censura,generan un movimiento de imitacion de ese odio,que ni siquiera,se sustenta en coherencias.
Creo que ud pidiendo lo imposible,pues los humoristas tanto como algunos musicos,quieren tener su "viajecito a Miami" y como saben,que en esa ciudad lo que menos existe es plena e Imparcial Libertad de Expresion,serian incapaces de "ofender" hasta con el petalo de una rosa a los gestores de odio como Otaloca,Los Perez (Susana y su vastago),asi como los que de forma natural,hacen de la diatriba contra nuestra patria,un medio de sustentacion.Panfilo y su banda ,son el ejemplo mas elocuente,tan apreciados que son por todo nuestro pueblo y con el gran vehiculo que tienen, NO LOS HE ESCUCHADO NI UNA SOLA VEZ CRITICAR A ESE NEFASTO BLOQUEO Y A LAS PUNTAS DE LANZA DEL MISMO. Puedo ver que los humoristas y los musicos endebles de principios,flirtean con nuestros antagonistas y utilizan la critica unidireccional menoscabando la anecdotica real y la causal mayor de nuestras carencias,para granjearse las simpatias "de los otros cubanos",a quienes les sirven como "reafirmadores del odio",por via de inducir una percepcion de justeza,en ese odio,sustentado en la amalgama de hechos puntuales que evidencian nuestra lucha perenne por sobrevivir,pero con una ignorancia capital del contexto contemporaneo y la dependencia del mismo de la objetividad o ausencia en la comprension de la Historia nacional,imdispensable para fundamentar un ejercicio equilibrado,cuando de hiper-criticarnos se trata,

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