Ordenamiento monetario: un tren en marcha y con buen rumbo
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Foto: tomada de canalcaribe.icrt.cu
En cualquier lugar de Cuba, a cualquier hora, lo que se habla por estos días es de precios, salarios… de los profundos cambios que la economía de la Isla vive desde el 1ro. de enero, el llamado día cero del Ordenamiento Monetario.
Entre las opiniones, que también ocupan profuso espacio en las redes sociales, en oportunidades se reitera aquella de que no era el momento adecuado, que no existían las condiciones propicias para tan radicales y profundas transformaciones.
En respuesta a esa inquietud, el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, aseguró en el programa televisivo Palabra Precisa que las condiciones necesarias para implementar el Ordenamiento Monetario sí están creadas.
Amplió que se ha viene estudiando durante muchos años, se han venido haciendo evaluaciones y existe un diseño de cómo hacer este Ordenamiento Monetario, el cual, recordó, abarca tareas de una gran envergadura como eliminar el cuc y quedarnos con una sola moneda nacional, eliminación gradual de subsidios y gratuidades indebidas, así como la reforma integral de salarios. Ello, recalcó, con una premisa muy importante: pensar en el pueblo.
En ese sentido, el también vice primer ministro argumentó que “el diseño está enfocado en mejorar la calidad de vida de nuestra población y en trabajar en función de un beneficio social.
“Para nada busca aplicar políticas de choque o excluir a un determinado sector social. Va precisamente en el sentido de garantizar una mayor equidad en la distribución de las riqueza actual y crear condiciones para crear más riquezas, que no se pueden repartir si no las genero”.
El papel clave de los gobiernos territoriales
Los gobiernos locales están hoy desempeñando un papel relevante en la implementación de la tarea ordenamiento.
Interrogado a propósito del papel que corresponde a estas estructuras de gobierno, Gil Fernández fue enfático:
“Esta es una tarea que tiene una gran profundidad y no se puede hacer todo desde arriba. Se han venido creando condiciones para una gradual descentralización de un conjunto de decisiones, incluyendo la formación de precios. Consideramos que los gobiernos territoriales juegan un papel clave en esto, junto a todo nuestro pueblo”.
Refirió que nadie está en mejor condición que el gobierno de un territorio para conocer cuál es su entorno, cuáles son sus prioridades, los recursos de los que dispone y cómo tiene que responder ante esa población. “Y si nosotros todo lo decidimos desde arriba, eso le resta responsabilidad, autoridad.”
Este es un tren que arrancó
“Este es un tren que arrancó y yo creo que estamos ya ganando”, sentenció categórico el ministro cubano de Economía y Planificación.
Sustentó su afirmación en la ganancia que significa que hoy existan 32 mil personas en edad laboral que no trabajaban y que ya se han acercado a las oficinas municipales de trabajo en busca de empleo, para lo cual ha representado un incentivo la Tarea Ordenamiento.
Mencionó también como ejemplo del buen paso del ordenamiento los ahorros como el de electricidad que en el plano doméstico ponen en práctica las familias, y también las exigencias por la calidad en función del precio, como en el caso del pan normado.
“Hay un diseño, pero hay que construirlo día a día y la participación del pueblo en esto es importante, y también de los gobiernos territoriales conduciendo, pegando el oído a la tierra”, sentenció.
El primer compromiso del gobierno es con el pueblo
Acerca de cierta matriz de opinión que apunta a que resulta inviable lo emprendido por Cuba en materia económica Gil Fernández fue categórico:
“La matriz de opinión de que este es un proceso inviable y que no es posible hacerlo es totalmente incorrecta”.
Sobre las correcciones de precios que se van haciendo, detalló que “el gobierno corrige lo que haya que corregir, como ha dicho nuestro Presidente, en los límites permisibles dentro de los marcos macroeconómicos que tiene nuestro país, pero el gobierno lo que está corrigiendo lo hace porque su primer compromiso es con el pueblo”.
Comentó que el gobierno ha dado suficientes muestras de capacidad, de flexibilidad, y no solo ahora. “¿Cuántas cuestiones no se modificaron de la Constitución?, ¿cuántas de los lineamientos cuando se sometieron a la consulta popular?”
Al argumentar sobre las rectificaciones hechas, abundó en la necesidad de que el diseño de las medidas se mantuviera en marcos muy cerrados porque “si hubiesen trascendido, los precios se hubieran disparado mucho antes”.
“Por lo tanto, dijo, hubo que mantener en secreto un conjunto de elementos que ahora, ya en la interacción con la realidad, con la concreta, con la de todos los días, tenemos que ir viendo los impactos y corrigiendo lo que sea necesario. Es un proceso natural, y es un proceso viable”.
Las transformaciones son para bien
Acerca de las insatisfacciones y preocupaciones que hoy se perciben, Gil Fernández preguntó “¿Estábamos satisfechos con el punto de partida?, ¿Estábamos satisfechos con dos monedas nacionales?, ¿Estábamos satisfechos con una moneda nacional sobrevaluada que no nos permitía realmente tener un incentivo para exportar y que estaba incentivando las importaciones y en contra del encadenamiento productivo del sector estatal con el no estatal?”
Luego de asegurar que tampoco estábamos satisfechos con ese estado de cosas, reiteró que “las transformaciones son para bien, y, por supuesto, tienen un período de tiempo en el cual, en una interacción permanente con el pueblo, nosotros tenemos que ir tomando las decisiones que permitan que las cuestiones vayan encaminándose”.
Comentó que se conocía desde el principio que el tema más complicado era el de los precios y que el riesgo fundamental era que la inflación se expresara por encima de los niveles deseados, diseñados.
En ese sentido es ahora donde está la tensión principal, refirió, en el intercambio con los gobiernos territoriales, en función de no permitir precios abusivos, que no están asociados solo al ordenamiento, venían expresándose ya desde antes, pero ahora se exacerban.
Consideró beneficioso que la población esté cuestionándose determinado incremento de precios, porque dentro de los costos hay un alto grado de ineficiencia, también del sector empresarial.
El titular reflexionó sobre cómo antes, cuando algunos productos y servicios eran subsidiados, a la población no le importaba demasiado la calidad de los mismos, pero ahora, el incremento de precios conlleva una exigencia de la calidad, que es también una ganancia del Ordenamiento monetario.
La prosperidad que deseamos y merecemos
Interrogado acerca de cómo pudiera impactar en la prosperidad que la población desea y merece la Tarea Ordenamiento y el propósito de que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca entre un 6 y un 7 % este año, Gil Fernández sentenció que esa prosperidad “nos la merecemos, estamos luchando por ella y tenemos que trabajar muy unidos para alcanzarla”.
Subrayó el ordenamiento monetario como paso importante para alcanzarla, y, aun cuando se hagan correcciones sobre la marcha, “esta es una tarea que ya arrancó y que tenemos todas las condiciones para poderla implementar con los resultados previstos”.
En cuanto a las posibilidades del crecimiento del PIB este 2021, puntualizó que no solo era optimista, sino que es objetiva la capacidad que tiene el país para alcanzarlo.
Para alcanzar ese fin, explicó que el Ordenamiento Monetario es importante por las siguientes razones:
- Genera incentivos para exportar que hoy no existen en la economía.
-Genera incentivos para el encadenamiento productivo con la industria nacional, porque hasta ahora era más barato importar que comprarle a un productor nacional.
-Aporta un mayor incentivo al trabajo. De hecho, hay 32 mil personas que han ido por su propia voluntad a buscar empleo.
-Nos pone a todos los cubanos a sacar cuentas, a tener elecciones de consumo, a que las cosas no vengan subsidiadas “por la canalita”.
-Hace que realmente tengamos que esforzarnos y que si lo hacemos, tengamos una retribución.
Indicó que el ordenamiento genera ese entorno favorable y todo eso conducirá gradualmente y sin magia a alcanzar los objetivos que el país se ha propuesto, a estar en capacidad de generar una mayor riqueza y poderla distribuir.
Luego de precisar que jamás se aplicarán en Cuba políticas de choque y que siempre se atenderá con prioridad a los vulnerables, Gil Fernández resumió en cuanto a la Tarea Ordenamiento que es muy factible:
“Sí estamos en el momento necesario para hacerlo, sí están creadas las condiciones, sí hay un estudio profundo detrás de esto por un conjunto de compañeros que se han dedicado a valorar las distintas alternativas, sí hay una valoración profunda de la dirección del país, un acompañamiento de la dirección del Partido, del Gobierno y una seguridad de que con el apoyo del pueblo alcanzaremos el objetivo que nos hemos propuesto, en beneficio de la población.”
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