OPINIÓN: Boxeo cubano en San Salvador, excelentes las chicas, por debajo los hombres

Cuba volvió a apostar por la sangre joven en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023, con cinco de sus siete enviados en el sexo masculino como debutantes, y la apuesta no salió del todo bien.

En cambio, en el caso de las damas, todas iban a sus primeros combates en estas lides, incluso dos jamás habían boxeado fuera de la isla, y las otras cuatro solamente incursionaron en los pasados Juegos del ALBA, pero se pueden marchar con la frente bien en alto del escenario improvisado en la Cancillería salvadoreña.

Aunque a las chicas no se les exigía demasiado, siempre queda el aquello de anhelar lo máximo, y no defraudaron, al conseguir una medalla de plata por intermedio de Legnis Calá, en los 57 kilogramos, y dos bronces con Arianne Imbert (66) y Yakelín Estornell (75).

Legnis Calá y un embullo que fructificó en plata. Foto: Calixto N. Llanes / JIT

Calá impresionó sobre el cuadrilátero y, pese a caer por RSC ante la puertorriqueña Ashleyann Lozada en la final, se trataba nada menos que de la dorada en Barranquilla 2018. Imbert y Estornell también cedieron con claridad en sus respectivos duelos, pero eso no es más que la muestra del tiempo perdido en preparar a nuestras mujeres.

Apostaría mi apartamento a que en la siguiente justa regional el color de las preseas mejora considerablemente, con un cuatrienio de trabajo, pues recordemos que no llevamos ni ocho meses de trabajo serio con estas muchachas.

En el caso de los hombres, mostramos nuestras dudas, sobre todo con Jorge Cuéllar (71), porque pensamos que todavía Roniel Iglesias puede ganar a este nivel, pero más allá de eso, no se vieron bien, en sentido general.

El subcampeón mundial Saidel Horta (57) tiene para mucho más y se despidió en su primer combate, algo que jamás pensé, luego de verlo boxear en el Mundial de Tashkent.

Nadie puede discutir que Arlen López (80) era el gran favorito en su peso, pero volvió a regresar a casa sin el oro, como ocurrió cinco años atrás. Desde su primera salida al encerado se le vio demasiado enredado con un oponente al que debía dominar con comodidad, y en definitiva, cayó en semifinales.

Erislán Romero (51), Cuéllar y Erislandy Álvarez (63.5) sucumbieron ante rivales muy exigentes y entregándose al máximo, así que no tengo nada que reprocharles, aunque esperaba más.

Apenas lograron coronarse Fernando Arzola (más de 92) y Julio César la Cruz (92), este último por tercera ocasión sucesiva, para colocarse en el selecto grupo de los tricampeones centroamericanos.

Fernando Arzola demostró que su plata del orbe no fue un golpe de suerte, al ganarle al experimentado Cristian Salcedo hasta provocar el RSC. Foto: Calixto N. Llanes / JIT

El bicampeón olímpico Julio César La Cruz igualó con su compatriota Félix Savón en la cima de los más ganadores de su deporte en estas lides. Foto: Calixto N. Llanes / JIT

Los dos derrocharon maestría y combatieron en cada salida sin dar nada por sentado, porque la confianza entraña un peligro enorme, sobre todo en este deporte, y sobran los ejemplos.

Si ya el impacto del Buque Insignia en el aporte al medallero general se reducía notablemente con solo siete títulos masculinos, resbalar hizo que cerrara bien por debajo y sin penas ni glorias, como deporte.

De seis cetros aportados en Barranquilla 2018, caímos ahora a solo dos, y eso no se lo puede permitir la Escuela Cubana de Boxeo.