Nuevo 'hombre milagro' en Turquía: rescatado tras más de 270 horas bajo los escombros

Hakan Yasinoglu, un hombre de 45 años, fue encontrado vivo tras haber pasado 278 horas dentro de los escombros de un edificio destruido en el barrio de Defne, en Turquía. El hombre fue trasladado al hospital, como mostraron las imágenes de televisión.

Otros dos hombres habían sido salvados este viernes por la mañana en el mismo distrito, mientras que un chico de 12 años, de familia siria, fue liberado de un derrumbe en una zona cercana.

Hacen parte de los sorprendentes supervivientes que pasaron casi 11 días sin comer ni beber bajo los escombros y que fueron encontrados vivos por los rescatistas.

Los dos terremotos de magnitud 7,7 y 7,6 dejaron al menos 38.000 muertos en Turquía, según la última actualización de Ankara. Sin embargo, se estima que la cifra aún subirá y tal vez supere los 100.000 mientras van avanzando la fase de retirada de escombros. Según el vicepresidente del Gobierno turco, Fuat Oktay, continúan las labores de búsqueda y rescate en 200 puntos del territorio.

En total, más de 42.000 personas murieron en Siria y Turquía por las catástrofes y millones quedaron sin hogar. Además, 84.000 edificios deben demolerse de forma urgente por los daños causados por los sismos, según afirmó el ministro de Urbanismo turco, Murat Kurum.

Enterrar a los muertos

El número de fallecidos desde la catástrofe natural ha vuelto difícil el trabajo de enterrarlos. Según las tradiciones islámicas, los muertos deben ser enterrados lo antes posible, pero desde que se produjo el terremoto, el subdirector de la Dirección de Asuntos Religiosos de Turquía describió las dificultades para recuperar los cadáveres de entre los escombros y explicó que, a veces, se debía adaptar los rituales.

"Que nadie piense que no se está haciendo lo necesario. Miren: nuestros amigos han realizado unos 10.000 entierros. No es posible dedicar horas a cada uno, así que el proceso se lleva a cabo de forma acelerada", dijo el funcionario, Burhan İşleyen, en una entrevista con la emisora turca A Haber.

Según el gobernador de la ciudad de Kirikkale Bulent Tekbiyikoglu, los ghassals -que preparan los cadáveres para el entierro de acuerdo con los rituales islámicos- habían estado trabajando "por turnos mientras cientos de cuerpos se amontonaban a la vez", añadió.

En la ciudad turca de Pazarcik, un cementerio apareció dentro de un campo de fútbol. Aunque las porterías siguen en pie, unos 100 montículos de tierra y zanjas aparecieron en el lugar. Cada tumba está coronada por un tablón de madera que marca la misma fecha de la muerte, el 6 de febrero de 2023.

El ejemplo de Pazarcik es el reflejo de la lucha de la gente que intenta entierrar a sus muertos y subraya la magnitud de la catástrofe. El viernes, miles de personas en toda Turquía participaron en funerales simbólicos por los muertos que aún permanecían bajo los escombros, mientras muchas personas siguen esperando encontrar los cuerpos de sus familiares.

"Si nos quedamos en casa y nos escuchamos a nosotros mismos, nunca nos recuperaremos. No tiene sentido mirar atrás", dijo Ahmet Akburak, que ha enterrado a siete familiares, a las puertas de una mezquita de Kahramanmaras.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) aumentó hoy a 84,5 millones de dólares su petición internacional inicial de 43 millones de dólares de ayuda financiera para atender a las víctimas de los terremotos.

Esta ayuda incluye el envío de medicamentos, equipos de emergencia para las víctimas, despliegue de expertos para la detección de posibles focos de enfermedades infecciosas y respiratorias, y servicios de atención mental y psicosocial para los supervivientes.