No es casual que Cuba cuente con candidatos vacunales propios contra la COVID-19
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Que Cuba sea el único país de América Latina que ha presentado candidatos vacunales contra la COVID -19 no es casual, debido a la larga historia en el campo de la biotecnología del país caribeño,
explicó hoy Eduardo Martínez Díaz, presidente del Grupo Empresarial BioCubaFarma.
Durante su intervención en el espacio radio-televisivo Mesa Redonda, el directivo explicó que la industria biofarmacéutica cubana tiene una experiencia demostrada en estos temas, ya que aquí se producen ocho de las vacunas del sistema nacional de inmunización, cerca del 80 por ciento de los medicamentos preventivos que usamos, y esto hace que se alcance el 100 por ciento de inmunización y se reduzca la incidencia de otras enfermedades.
Entre los medicamentos que mencionó, el doctor recordó a VAMENGOC-BC, vacuna cubana contra la Meningitis de los tipos B y C, cuya creación llevó a su equipo a lograr la Medalla de Oro de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual, y que ha hecho que desde los años 90s haya disminuido en el país la incidencia de la enfermedad.
Además, los cubanos menores de cinco años desde el año 2000 no se infectan de la Hepatitis B, y toda la población del país de hasta 28 años es inmune, gracias al proyecto cubano Heberviobac HB, la primera que logró la certificación para su uso de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Latinoamérica
Cuba cuenta también con su propia vacuna contra la Haemophilus Influenzae tipo B, un resultado original de la Universidad de La Habana, llamado Quimi-Hib, que es el primer fármaco de este tipo de uso humano que usa antígenos de síntesis química.
Otro logro en este aspecto resulta la Pentavalente, la primera de la región y la segunda en el mundo que ahorra inyecciones, ya que en una dosis combate la difteria, el tétanos, la tos ferina, la hepatitis B, y la
Haemophilus Influenzae tipo B.
Martínez Díaz explicó que desde que surgió la pandemia del nuevo coronavirus en Cuba se pensó en afrontarla, en China existe un Centro Conjunto y allí los investigadores cubanos presentaron en menos de 72 horas un proyecto, que ha transitado por distintos análisis y cuya investigación apunta a un uso más universal, teniendo en cuenta que las últimas epidemias que han afectado al mundo son coronavirus.
Una vez que llegó el virus a Cuba, activamos nuestro consejo y varios grupos de trabajo con las empresas más desarrolladas en estos temas, así como otras instituciones, se hicieron análisis diarios, si bien en Cuba se empezó después que en otros países porque necesitábamos la información genética del virus y la secuencia del antígeno, pero se trabajó rápidamente, y hubo un impulso en las reuniones del Grupo Temporal de Trabajo, dijo el presidente de BioCubaFarma.
Entre los impulsos más relevantes para lograr los méritos actuales, Martínez Díaz destacó la petición del presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien pidió a los científicos cubanos que trabajaran aceleradamente para lograr una vacuna propia.
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