Moinelo y Raydel, otro año de ensueño en Japón
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Oriundos ambos de la tierra del mejor tabaco del mundo, Liván Moinelo y Raidel Martínez tuvieron otro año de ensueño en la Liga Japonesa de Béisbol Profesional, y deben ser puntales del equipo Cuba en el venidero Premier 12.
Lo de Moinelo fue lo más sorprendente, pues fue cambiado al rol de abridor luego de varias campañas en la pelota nipona como cerrador y acomodador, y terminó nada menos que con el título de efectividad, al concluir con promedio de 1.88 carreras limpias permitidas por cada nueve episodios, primer serpentinero latinoamericano en conseguir esa hazaña.
El zurdo de los Halcones de SoftBank trabajó 163 entradas, en las cuales aceptó 39 anotaciones (34 limpias), con 107 inatrapables, 155 ponches y un excelente WHIP de 0.94.
Fue tercero en chocolates y cuarto en victorias (11) por la Liga del Pacífico, en 25 aperturas en las cuales le pegaron solamente 11 jonrones y logró completar dos juegos.
Se dice fácil, pero cambiar de rol a estas alturas, y al revés, porque normalmente es de abridor a relevista, es algo dado solo a los elegidos, y en muchísimas ocasiones sale mal. Además, en su caso venía de una lesión grave que le mantuvo bastante tiempo sin lanzar, y se trataba de un pitcher muy efectivo como relevista, así que entrañaba el máximo riesgo, el todo o nada.
El siniestro de San Juan y Martínez todavía tiene carrete para seguir, porque sus Halcones están plantados en la final de su Liga, a la espera del que salga airoso en el duelo de comodines, y salen favoritos ante cualquiera de los dos para avanzar a la Serie de Japón.
Lo de Raidel ya viene siendo más habitual, y en esta ocasión terminó como líder en Juegos Salvados en la Liga Central, con 43 (primera vez que supera los 40), cinco por encima de su más cercano perseguidor.
De esta manera recuperó el liderato que obtuvo en 2022, cuando salvó 39 choques, también con los Dragones de Chinichi.
Fueron 60 los desafíos en los cuales el diestro de casi 28 años (cumple el venidero día 11) se encaramó en la lomita, y en 58 entradas le dieron 35 conexiones válidas, solo un cuadrangular, con 59 estrucados y siete limpias toleradas, para un excelente 1.09 de efectividad y WHIP de 0.81.
De esas 60 salidas solo estuvo mal en los tres juegos que perdió, pero fue clave en más de la mitad de los triunfos de su equipo (43 de 60), sotanero en su Liga y por supuesto, fuera de la postemporada.
Aquí evidentemente no hay nada que objetar al espigado lanzador cubano, de lo poco rescatable de los Dragones, que han venido de más a menos en los últimos años.
Sin dudas, los pinareños serán claves para que Cuba logre sus objetivos en el próximo Premier 12.
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