Miguel Díaz-Canel rechazó la articulación de un golpe blando

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, rechazó este miércoles la articulación de un golpe blando el país como parte de ‘un viejo guion importado con nuevos actores’, aseveró.

‘Los ideólogos del golpe blando: Open Society en Cuba y la articulación contrarrevolucionaria. Es importante que las personas conozcan esto para que no puedan ser engañadas ni manipuladas’, escribió el mandatario en su cuenta oficial en Twitter.

En otro mensaje, el jefe de Estado denunció la influencia de la manipulación mediática con estos fines políticos.

‘Nos urge una guerrilla semiótica de acción directa, por todos los medios, para producir los anticuerpos culturales indispensables que exterminen, en plazos cortos, las influencias tóxicas de los medios y los modos burgueses para manipular conciencias’, señaló el gobernante citando al intelectual mexicano Fernando Buen Abad.

Un reciente material televisivo divulgado por la televisión cubana denunció la implicación de organizaciones de Estados Unidos, como Open Society Fundation y la Fundación Nacional para la Democracia (NED), para el bombardeo sobre el archipiélago en la web.

Medios de comunicación con supuesta financiación independiente intoxican constantemente las redes sociales con informaciones sobre Cuba, de acuerdo con el material.

Se catalogan como independientes o alternativos, pero basta ir tras la ruta del dinero que los alienta y articula para saber de quién dependen y a qué línea editorial responden, señaló el reportaje del canal digital Razones de Cuba.

El objetivo es impulsar medios de comunicación supuestamente independientes para legitimar en la isla la visión hegemónica estadounidense sobre democracia y libertad.

Al respecto, el material explicó que el informe de la Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre, de junio de 2004, registra las principales líneas subversivas hacia la isla, entre las que se incluyen el fomento de proyectos de prensa.

De acuerdo con el material, solamente la NED invierte anualmente 30 millones de dólares para apoyar a partidos políticos, sindicatos y organizaciones no gubernamentales y medios informativos.

Por su parte, la Casa Blanca destinó más de 500 millones de dólares en los últimos 20 años para la subversión en la isla.