Los jóvenes al centro de la transformación digital en Cuba (Parte II)

Pareciera un llamado, digamos, natural, pero en Cuba, el liderazgo de las juventudes en la transformación digital es parte de la voluntad y la intención de las autoridades. Sobre el papel que les corresponde a las instituciones en el empoderamiento de los jóvenes en la era digital, valoró la ministra de Comunicaciones Mayra Arevich Marín: 

«Una responsabilidad nuestra, desde el punto de vista de las misiones que tiene el Ministerio, es concluir el proceso de transformación digital donde la juventud tiene un papel muy importante. Estamos en una época de un desarrollo tecnológico creciente y sostenido, y son los jóvenes los que van a hacer el cambio en las nuevas tecnologías que van a aportar al bienestar de los ciudadanos y también a mejorar la economía del país. Por lo tanto, para nosotros, lograr un ambiente de inclusión, sin discriminación, un ambiente de equidad e inclusión de género, es muy importante tener en cuenta la opinión, la preparación, la cultura que les permita a los jóvenes, desde su capacitación, enfrentar los riesgos que tiene la transformación digital».

LEER TAMBIÉN: Humanismo, ética y resiliencia, palabras claves para la juventud y las tecnologías en Cuba (Parte I)

Sin embargo, este es un proceso que tiene una clara línea de antecedentes en la isla, destacó Mayra Arevich: «Nosotros comenzamos desde el año 2015 en el proceso de informatización de la sociedad que, en esa etapa, tenía el objetivo de poder desarrollar las tecnologías y, también, acercar las capacidades que tenía nuestro pueblo en la utilización de esas tecnologías, pero nos dimos cuenta de que ya estábamos en otra etapa: una etapa donde teníamos que pensar en el ciudadano en el centro del problema, donde todo lo que girara alrededor de la tecnología estuviera listo para mejorar la calidad de vida de las personas. Entonces propusimos la política de transformación digital, que tiene sus ejes estratégicos; algunos son similares a los que teníamos en la informatización, pero ya con una vista de digitalización. Hablamos, por ejemplo, del marco normativo.

«Cuba no ha enfrentado este proceso desde cero en cuanto al marco normativo. Lo intentamos actualizar a partir de las nuevas tecnologías, de la evolución que va adquiriendo la población en su cultura digital, pero tenemos un marco normativo de partida que nos permite asumir la implementación de la política». 

La Ministra comentó también algunos de los ejes fundamentales que centran y sostienen la política de transformación digital en Cuba:

«Está el eje de infraestructura, muy importante para Cuba, que garantiza el acceso. En esta cumbre, los muchachos han hablado mucho de la accesibilidad. Hoy podemos decir, por ejemplo, que en el país ya tenemos ocho millones de cubanos que se conectan a Internet por el móvil, más de un 70% de alcance en Internet, estamos incluso por encima de la media del mundo, que ya tenemos un uso por cliente de 10 GB. Este dato tiene que ver mucho con la accesibilidad que hemos logrado en los últimos años, pues, a pesar de las dificultades económicas que tenemos como país, las dificultades que enfrenta nuestro operador ETECSA, se han volcado en la utilización de los recursos con que contamos con una mayor eficiencia. Ahí tenemos que destacar el trabajo y las competencias de nuestros jóvenes que trabajan en las telecomunicaciones, en la informática, que han hecho realidad, con las capacidades que tenemos, en nuestras condiciones reales, asumir las demandas de tráfico que todos los días los cubanos usamos en nuestra vida cotidiana.

«Tenemos una economía digital. No se puede pensar en un país que se transforme digitalmente, si no tenemos procesos que cierren digitalmente. Hablamos de la firma digital, de las plataformas de pago digital, de gestores documentales digitales que eliminen el uso de los papeles, que evitemos burocracia, que acerquemos todos los trámites que la población necesita a alguna gestión digital. Próximamente vamos a sacar el Portal Soberanía, el cual va a cerrar todos los trámites y servicios de la población, los cuales incorporaremos gradualmente a ese portal, de manera que los cubanos tengan, desde esa plataforma, guardados todos los trámites que se soliciten por la administración pública, de modo que no sea necesario pedir tantos trámites a la población, sino que usen los mismos datos que tenemos a partir de la digitalización, para dar respuesta a sus demandas.

«Un eje muy importante es la cultura digital. Este es un proceso cultural, porque tenemos que abrazarlo todos, los que hacemos la transformación digital y los que participamos en la transformación digital. Y en ese también está la educación, la preparación de esos jóvenes para asumir las nuevas tecnologías. Nosotros tenemos esencias de la Revolución que nos han permitido dar pasos más rápidos en el conocimiento de las nuevas tecnologías, en comparación con otros países. Tenemos el proyecto Joven Club de 36 años, que fue una misión de nuestro Comandante para acercar la computación, la transformación digital a las personas. Hoy el Joven Club y la Unión de Informáticos de Cuba hacen eso: acercar las competencias digitales a la población sin discriminación. Se tienen en cuenta los niños, los jóvenes, las personas mayores, las personas con discapacidad...

«Otro eje muy importante es la ciberseguridad. No se puede transformar digitalmente un país, si no se trabaja en un ámbito seguro. En eso nos faltan muchas cosas por hacer, fundamentalmente para que la población conozca los riesgos y haga un esfuerzo responsable en la manera de usar sus servicios digitales, porque, a veces por negligencia y otras veces por falta de conocimiento, nos afectamos nosotros mismos, a otros o algún proceso de la economía. Siempre hemos compartido una premisa y es que en Cuba la navegación tiene que ser en términos éticos, seguros, para el bien de las personas, para su desarrollo intelectual. Por eso también tenemos el eje de los contenidos, porque es muy importante también fijar la integración de la tecnología con el contenido para tener ese resultado que realmente queremos».