Las pioneras del boxeo en un Mundial

Por primera vez mujeres cubanas estarán compitiendo en un Campeonato Mundial, una prueba a priori quizás demasiado exigente para el nivel actual de nuestro pugilismo femenino, pero imprescindible para potenciar su desarrollo.

La entrada demasiado tardía de este deporte para las chicas en nuestro país (hace apenas dos años) provoca que todavía no se pueda aspirar a resultados importantes, ni siquiera a nivel panamericano, como se demostró en el pasado ciclo olímpico, pero es el momento de ir cumpliendo los pasos establecidos para rebasar ese umbral y seguir más allá, como estoy convencido que lo harán las cubanas tarde o temprano.

Con la mitad del cuatrienio anterior se lograron las primeras medallas y llegamos a participar en los torneos preolímpicos, donde vimos la distancia que nos separa todavía de la excelencia, pero ahora llega el turno de un Mundial.

Una primera toma de contacto tendrán Melany Girado (57 kilogramos), Dayira Mesa (75) y Yoana Rodríguez (81), las pioneras que marcarán el debut de Cuba en una cita del orbe para mujeres.

Es una apuesta clara por la juventud, pues tienen 20, 21 y 22 años, respectivamente, por lo que se puede trabajar con ellas de cara a Los Ángeles 2028.

La justa, que arrancará este sábado en Nis, Serbia, reunirá a unas 500 pugilistas de 40 países, en 12 categorías de peso (desde 48 hasta más de 81 kilos), una verdadera prueba de fuego para la comitiva dirigida por Iván Horta, que se encuentra en suelo europeo desde hace varios días.

El jefe de entrenadores del plantel femenino sabe lo que tiene por delante, y por eso su meta es simplemente «hacer un buen papel», consciente de que sus bazas son «los deseos que tienen de hacerlo bien sobre el ring y la valentía que caracteriza a los cubanos», como declaró antes de partir.

El poco tiempo de trabajo deja todavía deudas notables en la técnica, porque, aunque parezca cosa de solo tirar golpes, a esta disciplina no por gusto se le conoce como el arte de dar y que no te den, y tan importante como buscar la anatomía del contrario es esquivar sus arremetidas.

El desconocimiento de los contrarios también lastra esta modalidad, porque son muchas menos competencias internacionales, pero al final casi siempre se impone la calidad, y en el caso de las cubanas, lo más importante es que se sigan desarrollando para que ganen más confianza encima del ring.

Como en todo en la vida, si no tienes referencia del entorno, es más complicado llegar al éxito, por eso los progresos los vamos a ir viendo en la medida que aumenten los torneos tanto nacionales como internacionales, porque no todo se puede suplir con entrenamiento y preparación física.

Las medallas que ya tenemos a nivel regional van a tardar un poco más en el máximo nivel, pero van a llegar, de eso no tengo ninguna duda.