La vida en versos: Los nadies
especiales
Mueren cada día en Palestina "los nadies", los ninguneados que describe Eduardo Galeano en un poema escrito el Siglo pasado.
Mucho ha cambiado el mundo desde entonces, pero las desigualdades, las injusticias y las violencias ahí están, plantadas y apuntaladas por el imperialismo.
La prensa publica por estos días que en la Franja de Gaza, durante alrededor de 300 días han muerto más de 40 mil palestinos, la mayoría son niños y mujeres, mientras los heridos se cuentan en más de 100 mil.
La Organización de Naciones Unidas pide el fin de la agresión, sin embargo, no reconoce al Estado palestino como miembro pleno, aún contra la voluntad de la mayoría de los países miembros.
Los nadies somos mayoría, pero aún así valemos menos que la bala que nos mata. Sirvan los versos para protestar y resistir.
Los Nadies
Sueñan las pulgas con comprarse un perro
y sueñan los nadies con salir de pobres,
que algún mágico día
llueva de pronto la buena suerte,
que llueva a cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy,
ni mañana, ni nunca,
ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte,
por mucho que los nadies la llamen
y aunque les pique la mano izquierda,
o se levanten con el pie derecho,
o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie,
los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados,
corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos,
rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones,
sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos,
sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal,
sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies,
que cuestan menos
que la bala que los mata.
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