La paradoja del elefante rosa

especiales

La paradoja del elefante rosa
Fecha de publicación: 
8 Noviembre 2025
0
Imagen principal: 

Imagen tomada de https://mejorconsalud.as.com

La mente es maravillosa, pero muchas veces es tozuda y nos lleva por caminos de pensamientos que no deseamos. Seguramente en no pocas oportunidades le ha pasado que tiene una idea ahí dándole vueltas y se dice “no la quiero tener” o “no quiero decir esto”, y pone todo su empeño en distraerse para no pensarla o hablar de otro tema, sin embargo se vuelve obsesión, no se va, todo le lleva a ella como cuando tiene una herida en el lugar más recóndito del cuerpo y cada golpe va hacia allí.

Se trata de una manifestación que en psicología se llama “Paradoja del elefante rosa” que también es conocida con otros nombres como “Fenómeno del oso blanco” o “Teoría del proceso irónico”. Sí, hay un concepto para todo en esta vida y este tiene una explicación sencilla. Basado en estudios psicosociales si le decimos a alguien que no tenga tal pensamiento no hará más que tenerlo porque cuando intentamos suprimirlo la mente pretende manejarlo y se le sale de control debido a que, por un lado, una parte del cerebro, inconsciente, se asegura de escanearlo todo para que no aparezca el pensamiento prohibido, de vigilar cada proceso. No obstante, está la otra parte consciente que se distrae con otros asuntos para evitar el tema.

Como nada es perfecto, en ambos casos existen fallos. La mente se encuentra tan enfocada en vetar el tema a bloquear que cualquier asunto, aunque remoto, le parecerá relacionado y lo traerá a su conciencia. Además, al estar hipervigilante, el contenido en cuestión se volverá más “accesible” y, por lo tanto, será más probable que se escape.

Se llama Paradoja del elefante rosa porque es imposible ignorar objetivo tan llamativo, tan presente. Imagine que ve semejante animal pintado en tono pastel caminando por la calle, con absoluta seguridad no podrá dejar de mirarlo. Es igual a nivel mental, y al querer evitarlo nuestro cerebro lo convierte en protagonista involuntario de la conciencia. Así es como psicólogos explican por qué lo que queremos evitar termina dominando nuestra conversación interna y externa.

Cuando procuramos “no hablar de eso” se vuelve una situación incómoda que rumiamos constantemente. No importa la naturaleza de lo que tratemos de obviar, ya sea un conflicto no resuelto, un secreto o un recuerdo doloroso. Por mucho que nos digamos “no lo pienses” o “no lo hables”, en el momento más inoportuno sale a la luz.

En resumen, la supresión intencional casi siempre termina en una estrategia contraproducente porque requiere una enorme lucha. Suele ser una trampa que sabotea cualquier esfuerzo porque el mecanismo de control se convierte asimismo en el mecanismo de error. Un detalle a considerar es que esto es más intenso cuando pasamos por momentos de agotamiento, estrés, distracción o relax porque los recursos cognitivos se reducen y al debilitarse la vigilancia, el asunto emerge con fuerza.

Esto explica por qué a menudo de la manera más inesperada o en episodio de catarsis emocional sin darnos cuenta “soltamos” lo que no queríamos decir. Es como si estuviera permanentemente en la punta de la lengua. Sucede porque la mente, caprichosa, se propone resolver asuntos pendientes o buscar desahogo que por un tiempo generaron tensión psicológica.

La “Paradoja del elefante rosa” nos recuerda que no somos máquinas, no podemos simplemente encender y apagar, ni borrar a voluntad un pensamiento. La mente es un ecosistema muy complejo.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.